Un filme proyectado ayer en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres recreó la llegada de la reina Isabel II de Inglaterra al estadio de Stratford lanzándose en paracaídas con James Bond desde un helicóptero.
A sus 86 años y cumplidas seis décadas en el trono británico, la soberana realizó lo que la organización calificó como “la primera interpretación” de su vida.
El filme comienza en Buckingham, donde la Reina y el actor Daniel Craig, el último James Bond, se montan en un helicóptero que sobrevuela Londres hasta llegar al estadio Olímpico, el agente abrió la puerta y la supuesta Reina se lanzó, mientras sonaba la conocida música de 007. En ese momento, la soberana de carne y hueso hizo su entrada.
La organización aclaró que fueron en realidad dos conocidos extras, Gary Connery y Mark Sutton, los que se lanzaron en paracaídas. J.K. Rowling, los Sex Pistols y Mary Poppins, fueron otras de las referencias de la primera parte de la ceremonia, antes de que comenzara el desfile de los atletas, en los que estuvo Ecuador, con su abanderado, César De Cesare.
Entre el entusiasmo de los 62.000 espectadores que llenaron el estadio Olímpico de Stratford y sin lluvia, el espectáculo comenzó puntualmente a las 15:00 como se esperaba, con una recreación de la campiña inglesa con vacas, ovejas y gansos, montada por el director de cine Danny Boyle.
A las 14:15, el ganador del Tour de Francia, Bradley Wiggins, fue el encargado de tocar una gran campana de 27 toneladas, antes del espectáculo.
La actuación del actor Rowan Atkinson, “Mr Bean”, fue el plato fuerte de la celebración. Aportando la nota cómica a la celebración, tocó el piano y grabó con su celular el espectáculo.
Además, protagonizó un montaje sobre la película deportiva “Carros de fuego”. Luego de tanto secreto previo, finalmente el encargado de ingresar con la tea olímpica fue Steve Redgrave, remero que ganó 5 medallas olímpicas consecutivas desde 1984 hasta el 2000.
él le pasó el relevo a una nueva generación de deportistas británicos que tomaron el fuego de la antorcha principal para transportarlo en otras teas hasta un centro donde reposaban unos “pétalos”, que cada una de las delegaciones participantes portó en el desfile, las cuales se llevaron para mostrar un solo fuego. Al término de la ceremonia el ex beatle Paul McCartney cantó “Hey Jude”.