El nuevo ministro de Interior ucraniano, Arsén Avákov, ha emitido hoy una orden de busca y captura contra el depuesto presidente del país, Víctor Yanukóvich, cuyo paradero se desconoce por el momento. Los servicios secretos (SBU) creen que el fugitivo se encuentra en algún lugar de la región de Donetsk, su bastión en la parte este del país. La población allí habla fundamentalmente ruso y mira más a Moscú que a Kiev.
Avákov dijo este domingo que «la guardia fronteriza impidió el despegue de un avión donde estaba el presidente y su guardia (en la ciudad de Járkov). Del avión bajó el presidente, se subió a un coche y se marchó en dirección desconocida». Según el ministro, el fiscal general y el ministro de Finanzas fueron retenidos cuando se disponían a embarcar en un vuelo, pero, en la sala VIP del aeropuerto entraron unos hombres armados, se produjo un tiroteo y Klimenko y Pshonka huyeron».
Los que sí, al parecer, lograron escapar a otro país son el gobernador de la región de Járkov, Mijaíl Dobkin, y el alcalde de esa capital, Guennadi Kernes. Ambos participaron en un congreso de gobernadores y diputados del Este y Sur de Ucrania e hicieron incendiarias declaraciones poniendo en duda la legitimidad de las decisiones que ha estado tomando la Rada desde el sábado.
Si, efectivamente, Yanukóvich se encontrara en Donetsk o en cualquier otro lugar de la mitad prorrusa de Ucrania, o en Crimea, su detención podría dificultarse, en el caso de que las autoridades locales decidieran ayudarle. Por el momento, parece que los gobernadores y dirigentes municipales del Este de Ucrania y Crimea esperan ver con qué apoyo contarían para oponerse a las decisiones del nuevo poder en Kiev, el Parlamento.
La noticia de su orden de detención llega después de que durante todo el fin de semana hayan circulado informaciones contradictorias sobre el paradero del depuesto presidente. Después de que un funcionario de aduanas declarara que se había impedido abandonar el país a un avión en el que viajaba Yanukóvich, se le ha situado en la ciudad oriental de Jarkov. Hoy el propio Avákov ha asegurado que la pista del ya expresidente se pierde en una residencia privada de Balaclava, en el territorio rusoparlante de Crimea, lugar que habría abandonado en coche acompañado por uno de sus asesores con destino a un lugar desconocido.
El primer ministro del Gobierno local de Crimea, Anatoli Mogiliov, afirmó hoy que su Ejecutivo piensa obedecer las órdenes dadas por la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania. Estas declaraciones son alentadoras, ya que, si la actitud de Mogiliov se generaliza el resto de las provincias del Este, se alejaría el peligro de fractura en el país y facilitaría la captura de Yanukóvich.
A la espera de Ashton
La persecución de Yanukóvich es el último episodio en el giro radical de la política en Ucrania, un giro que lleva al país a mirar decididamente a Europa y a intentar sacudirse la influencia de Moscú. Hoy está prevista la llegada a Kiev de Catherine Ashton, alta representante de la UE, que aterriza con el objetivo de apoyar a las nuevas autoridades ucranianas en este periodo de transición. Los ucranianos esperan que Ashton llegue también con la promesa de ayudas económicas en su maletín, ayudas imprescindibles para evitar el colapso económico del país.
El Gobierno ruso, por su parte, ha llamado a consultas a su embajador en la capital ucraniana ante lo que califica de «deterioro de la situación». Moscú asegura que quiere evaluar con su representante diplomático el nuevo escenario, en el que aparecen como claramente derrotadas las fuerzas prorrusas.
Foto: Un manifestantes muestra un retrato rasgado del presidente ucraniano Viktor Yanukovich y grita «¡Cobarde!» durante un acto en Kiev en respaldo a una integración de Ucrania a la Unión Europea el viernes, 29 de noviembre del 2013. AP/Sergei Grits