En el centro de una espesa vegetación, propia de la región amazónica, entre las provincias de Napo -en el cantón El Chaco- y Sucumbíos -en el cantón Gonzalo Pizarro- empieza a tomar forma una de las obras de mayor ingeniería e inversión de la historia nacional, el proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair.
Llegar al sitio no es difícil, se ubica a casi cuatro horas de distancia de Quito en la vía Baeza-Lago Agrio; su infraestructura en construcción es fácilmente identificable al encontrarse muy cerca de la carretera.
A los turistas les llama la atención observar esta obra, que se realiza unos metros abajo de la confluencia de los ríos Quijos y El Salado, en el nacimiento del gran río Coca.
La construcción dio paso a un cierto cambio en el paisaje natural del sector, porque ya está formada una explanada, un puente para cruzar al otro lado de la montaña y el caudal del río empieza a tener otro rumbo, a causa de la rotura de un pedazo de montaña para hacer un adecuado uso del agua del río Coca dentro de la hidroeléctrica.
“El Gobierno trabaja para que sus conciudadanos gocen de una adecuada soberanía energética, con el firme propósito de no volver a los apagones o racionamientos eléctricos, como ha vivido el país por muchos años”, acotó el ministro de Electricidad y Energía Renovable, Esteban Albornoz.