El Consejo Permanente de la OEA realizó ayer una sesión extraordinaria sobre el Reino Unido y Ecuador. Allí se acordó retomar la cita mañana para decidir si llaman a un encuentro de cancilleres para examinar el caso Assange.
Los representantes deberán votar la propuesta de resolución presentada por Ecuador, que pide convocar una reunión de consulta de cancilleres para el próximo jueves 23 de agosto.
Por otro lado, los cancilleres de la Alianza Bolivariana para Nuestra América (ALBA) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunirán mañana en Guayaquil para analizar el caso de Julian Assange, confirmó ayer una fuente del Ministerio ecuatoriano de Relaciones Exteriores.
La fuente dijo a EFE que los cancilleres de la ALBA se reunirán mañana y los de Unasur el domingo. Aunque en un principio aseguró que las citas estaban corroboradas, posteriormente matizó al apuntar que “está confirmado en un 80 por ciento, pero creo que sí se va a confirmar a la larga”.
Patiño adelantó esta mañana la posibilidad de la cita ministerial en una rueda de prensa en la que anunció el otorgamiento del asilo al fundador de WikiLeaks.
El secretario ejecutivo de la ALBA, el venezolano Rodolfo Sanz, también indicó que en la reunión se analizará “la situación que se ha presentado con el asilo político”.
La ALBA está conformada por Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas.
Sanz indicó que en la agenda del sábado se podría estudiar el asilo conjunto a Julian Assange por parte de los ocho países de la ALBA, “ya que es una buena persona que no ha delinquido. El derecho de asilo está contemplado en la Convención de Viena. Eso está clarísimo”, agregó.
Finalmente pidió que el conflicto bilateral entre Ecuador y Gran Bretaña se resuelva de forma amistosa, “porque si se cumple la amenaza de entrar a un recinto diplomático sería una agresión directa a un país, algo que en el caso de América Latina sería intolerable”, admitió.
“Todos sabemos de las firmes posiciones del presidente Correa de no permitir injerencias en los asuntos internos de Ecuador y los países de la ALBA hemos venido a respaldarlo”, explicó Sanz. Agregó que la figura del asilo “debe ser respetada”, y así ha sido “durante tiempos de guerra, durante gobiernos dictatoriales militares. Nunca se ha intervenido ni ocupado militarmente o por la fuerza policial una embajada”.
Ecuador teme que Reino Unido asalte su sede diplomática para capturar a Assange.
Por otro lado, el Gobierno boliviano deploró las amenazas de Reino Unido. “Las embajadas son inviolables, las embajadas son espacios que merecen respeto como una zona de otro país (…). Por lo tanto, amenazas por parte de cualquier nación en torno a las embajadas de cualquier país son deploradas por el Gobierno boliviano”, manifestó la ministra de Comunicación, Amanda Dávila.
En rueda de prensa, agregó que si el Reino Unido ha decidido no otorgar el salvoconducto a Assange, ello no debería implicar “ir a agredir a un país como Ecuador”, con una intervención a su embajada.
El Ministerio de Exteriores también expresó en un comunicado la preocupación del Estado boliviano porque se produzcan “incidentes que conduzcan a la posible vulneración” del derecho internacional.