Las olas registradas el viernes fueron de 2,5 metros en Galápagos y 2 metros en la costa continental, informó hoy el Instituto Oceanográfico de la Armada Nacional (Inocar).
Los mareógrafos registraron la altura de las olas a medida de que estas se acercaban a las costas ecuatorianas, dijo el director de la entidad, Jorge Cárdenas.
El Inocar, como centro de alerta de tsunami, “tiene un software que permite modelar de qué manera la ola se va propagando hacia las cosas”, explicó Cárdenas. Asimismo, comentó que esta información se complementa a través de sensores.
Cuando se produce un sismo, el modelo indica los diferentes tiempos en los que debe llegar la ola, a medida que van ocurriendo los hechos, y de esta forma el Inocar valida la intensidad y el riesgo.
“A las 06:30 se pronosticó que a las 08:30 la ola iba a pasar por Hawai. Luego se notaba que iba decreciendo y a la 13:30 teníamos una altura tentativa de 80 centímetros para Ecuador”, contó Cárdenas al señalar que el operativo funcionó efectivamente ya que huno “tiempo de reacción suficiente”.
Según el titular del organismo, en un caso de tsunami cercano el tiempo del que se dispondría no sería mayor a 20 minutos. Informes finales del Inocar revelaron también que en algunos sitios de la costa el mar retrocedió hasta 70 metros de su orilla.