La Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que contactará con Estados Unidos para tratar los informes que indican que el programa de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) también afectó a las comunicaciones del organismo internacional. «Estamos al tanto de esos informes y vamos a contactar con las autoridades relevantes», dijo Farhan Haq, portavoz de la organización.
El semanario alemán Der Spiegel publicó, a partir de informes inéditos obtenidos por el extécnico de la CIA, Edward Snowden, que el espionaje estadounidense logró penetrar en el programa de videoconferencias de la ONU y romper su sistema de cifrado.
Esto supuso «una mejora espectacular» de la capacidad de la NSA de obtener datos de las comunicaciones internas de la ONU, lo cual pone en entredicho el acuerdo por el que EE.UU. se comprometió a no llevar a cabo acciones secretas en la sede de Naciones Unidas.
Haq recordó que leyes internacionales como la Convención de Viena de 1961, que gobiernan las relaciones diplomáticas protegen las funciones de Naciones Unidas, las misiones diplomáticas y otras organizaciones internacionales. «Por eso se espera que todos los estados miembros actúen en consecuencia para proteger la inviolabilidad de las misiones diplomáticas», añadió el portavoz de Naciones Unidas.
En las tres semanas que siguieron a la irrupción de la NSA en el programa de videoconferencias de la ONU, el número de comunicaciones descifradas pasó de 12 a 458, según el semanario alemán.
Otro de los informes apunta a que la NSA espió a la Unión Europea en su sede neoyorquina, a la que se mudó en septiembre de 2012 y tiene planos con detalles de la infraestructura de telecomunicaciones.
Además, otros documentos indican que la NSA contaba con un programa de espionaje en 80 de sus embajadas y consulados en el mundo. El denominado Servicio Especial de Recolección tenía sedes en Fráncfort y Viena.