Seis personas fallecidas, incidentes repetidos semana a semana y decenas de heridos son el lamentable resultado de… la práctica del fútbol en Ecuador.
Sobre el tema se trabaja paulatinamente. En 2007 se encendieron las alarmas con la muerte del menor Carlos Cedeño Véliz, quien falleció al ser impactado por una bengala en el estadio Monumental, en un Clásico del Astillero.
A partir de este lamentable hecho, el petitorio por mayor seguridad durante los partidos de fútbol es repetitivo. Los dirigentes del fútbol ecuatoriano instan a la Policía Nacional a crear un mecanismo dinámico para evitar la violencia tanto dentro como fuera de los estadios, pero la labor de los miembros del orden desaparecerá al interior de los escenarios deportivos.
El Ministerio del Interior ha asumido la seguridad en el interior de los escenarios deportivos, de ahí que José Serrano, representante de esta cartera de Estado, afirmó que mediante un proceso progresivo la Policía se retirará de la seguridad interna de los estadios.
«Está establecido que para partidos de fútbol profesional se debe tener también seguridad privada», destacó el funcionario.
En noviembre del año anterior, tras una serie de reuniones entre el ministro Serrano y varios directivos del fútbol ecuatoriano (motivados tras las muerte del hincha Michael Murillo) se crearon los «10 mandamientos para la paz en el fútbol ecuatoriano (ver infografía). De estas reglas, expresó Serrano, siete no se han cumplido.
El primer mandamiento trata de dar seguimiento total respecto a todos los procesos judiciales que se han iniciado por actos de violencia criminal relacionados con los partidos de fútbol.
Este seguimiento se ha realizado y se lo ha coordinado entre el Ministerio del Interior con la Fiscalía General del Estado y el Consejo de la Judicatura.
Serrano indicó que «en el caso del asesinato de Murillo se ha logrado vincular a cuatro miembros que presuntamente están relacionados con la muerte del joven».
Otro de los puntos vinculados al área legal es el tercero, en el que se especifica la creación de una legislación administrativa-penal que permita reformar el reglamento general de la Ecuafútbol y estatutos en clubes de primera división para que en la eventualidad de incidentes violentos la sanción correspondiente abarque la suspensión de escenarios deportivos, ausencia de público en el estadio.
«Este compromiso se realiza junto con el Ministerio del Deporte, pero requiere que establezcamos vínculos con la Asamblea, que si bien está hecha en la Comisión de Justicia, deberíamos reforzarla a propósito de la próxima aprobación del Código Penal Integral. Sin embargo, es importante establecer que la corresponsabilidad no solo pasa por las normativas jurídicas, sino también pasa por este rol que por momentos es ambivalente por las federaciones que están regidas por instancias internacionales», manifestó Serrano.
Desde la muerte de Carlos Cedeño han fallecido cinco personas. La última fue la directiva Mónica Gordón, quien, según su padre, Ramiro Gordón, fue víctima de una represalia por su candidatura a la presidencia del Aucas. Fue asesinada el pasado 29 de agosto.
Otro hecho reciente fue el ataque al sargento de Policía Segundo Lema, quien fue arrojado a un pozo por hinchas de la Liga de Quito. El uniformado se recupera de las heridas sufridas el pasado 24 de agosto.