El presidente de la República, Rafael Correa, aseguró hoy que no cederá ante la lógica del poder” de los medios de comunicación que pretenden ubicarse por encima de la ley, mentir, calumniar y quedar en la impunidad.
Durante su informe radiotelevisado, el mandatario reiteró la vigencia de la libertad de expresión en el país y sostuvo que el Gobierno es tolerante con las críticas, pero no con las mentiras y calumnias que -en nombre de la libertad de expresión- quieren imponer cierto sector de la prensa.
El Jefe de Estado rechazó las críticas originadas por los juicios planteados en contra de tres directivos y el articulista de diario El Universo, Emilio Palacio, quien en un editorial señaló que Correa deberá rendir cuentas por haber “ordenado abrir fuego a discreción contra un hospital lleno de civiles e inocente5s”.
Dijo que no le asustan “los periodicazos” publicados por la prensa local y reiteró que “aquí prevalecerá la ley no la prepotencia, no el abuso de poder de unas cuantas personas que se han creído dueñas de este país”.
Las críticas del mandatario fueron dirigidas también hacia la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que el pasado 2 de abril calificó de “abusiva, aberrante y extralimitada” la actitud del presidente ecuatoriano de entablar demandas contra el matutino.
“Vayan a exigir a la casa de su abuelita, aquí hay un país soberano, a quién quieren asustar”, manifestó.
Indicó que pese a que el organismo de prensa “tiene un nombre bonito” no representa a los periodistas ni a los ciudadanos sino a los dueños de los principales periódicos de América.
“Es el gremio de los dueños de periódicos, empresarios que producen en vez de papas, información, pero que persiguen un fin de lucro, billete”, refirió.
Dijo que estos “señores que son empresarios como cualquier otro, por manejar medios de comunicación se creen por encima del bien y del mal”.
El presidente Correa aseguró que pese a la presión de los gremios periodísticos nacionales y sus corifeos foráneos continuará impulsando el juicio contra el articulista Palacio, de quien la organización Reporteros sin Fronteras reconoció, incluso, “su excesiva virulencia”.
El gobernante señaló que “los disparates” de la prensa no se pueden entender desde una lógica racional sino “desde la lógica del poder”.
Criticó la posición de los medios que justifican sus opiniones bajo el argumento de que el Presidente de la República y los funcionarios públicos deben aceptar cualquier crítica o insulto por su condición.
“Críticas bienvenidas, pero insultos, calumnias, acusarme de genocida, de criminal, ¿por qué?”, cuestionó y precisó que la Constitución de la República en su artículo 66 garantiza el derecho al honor y buen nombre de las personas, garantía de la cual no está excluido el Primer mandatario.