La tregua temporal instaurada ayer en Siria con motivo de la fiesta religiosa de Aid al Adha se rompió en apenas unas horas, con un atentado mortífero en Damasco y la respuesta del Ejército a estos ataques atribuidos a los rebeldes.
Así, al menos cinco personas murieron y 32 resultaron heridas por la explosión de un vehículo bomba en el barrio de Def al Shuk, en la capital, informó la televisión estatal siria.
Según la emisora, el número de víctimas es un balance provisional, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) habló de decenas de víctimas y creen que podría haber hasta 47 víctimas en todo el país, entre ellas 16 civiles, 19 soldados y 12 rebeldes.
Por iniciativa del emisario internacional Lakhdar Brahimi, la mayor parte de los insurgentes y el Ejército se comprometieron el jueves a realizar un alto el fuego durante los cuatro días de la fiesta musulmana del sacrificio, aunque reservándose el derecho a responder en caso de ataque de la otra parte.
En un comunicado leído en la televisión oficial, el Ejército anunció ayer que recurrió a ese derecho de respuesta tras unos ataques rebeldes en Deir Ezzor (este), Deraa (sur), Idleb (noroeste) y la provincia capitalina.
“Grupos terroristas armados atacaron posiciones militares, violando así claramente el cese de las operaciones militares que suscribió el mando del Ejército. Nuestras valientes Fuerzas Armadas están respondiendo a esas violaciones y persiguiendo a esos grupos”, indicó el comunicado.
El Frente Al Nosra, un grupo yihadista rebelde que reivindicó la mayoría de los atentados de los últimos meses, rechazó el miércoles unirse a la tregua.
Al iniciar el armisticio, el OSDH afirmó ayer que hasta entonces había bajado el número de muertos respecto a lo habitual en los últimos meses y también el número de “puntos calientes”.
Pero a las pocas horas los combates estallaron y se libraban principalmente alrededor de la base militar de Wadi Deif, cerca de Maaret al Numan (noroeste), donde 10 soldados y cuatro rebeldes murieron en un asalto efectuado por hombres de Al Nosra, según la misma fuente.
En Alepo, según habitantes y una fuente militar, los rebeldes intentaron tomar una posición militar en el barrio Syrian, pero fueron repelidos.
La televisión estatal mostró al presidente Bashar al Asad orando en una mezquita de Damasco, sonriente y relajado, mientras sigue enfrentando una revuelta popular convertida en conflicto armado que ya ha dejado 35.000 muertos desde marzo de 2011, según el OSDH.