Los países de la Unión Europea impusieron ayer un embargo petrolero gradual sin precedentes en su magnitud contra Irán, además de congelar los activos del Banco Central, para obligar a la nación a frenar el desarrollo de su controvertido programa nuclear. El país islámico minimizó los alcances de la sanción.
Con su decisión, los veintisiete miembros de la UE se suman a la dura línea fijada por Estados Unidos en respuesta al último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que disparó las sospechas de que Teherán trata de desarrollar armas nucleares.
El embargo decretado por los ministros de Exteriores europeos tiene efecto inmediato para los nuevos contratos petroleros con Irán, segundo productor de la OPEP después de Arabia Saudita, mientras que da hasta el 1 de julio para poner fin a los ya existentes.
Frente a ello, el ministerio iraní de Relaciones Exteriores expresó que la decisión de la Unión Europea de imponer un embargo a las importaciones de petróleo iraní es injusta y está abocada al fracaso.
“El método de la amenaza, la presión y las sanciones injustas contra una nación que tiene razones sólidas (…) está abocado al fracaso”, respondió el portavoz de la cancillería Ramin Mehmanparast, citado por el sitio web de la televisión nacional, añadiendo que “eso no impedirá a Irán obtener sus derechos inalienables en materia nuclear”,
Diputados o personalidades políticas de Irán estimaron que la medida, tomada por la Unión Europea para obligar a Teherán a frenar el desarrollo de su controvertido programa nuclear, no tendrá efecto en la economía iraní, y se volverá contra sus autores.
Ali Adiani, miembro de la Comisión de Energía del Parlamento, replicó que las sanciones contra las exportaciones petroleras de Irán no sirven más que a los políticos estadounidenses y europeos (para hacer propaganda, ndr), y no tendrán efecto en la economía iraní. “Actualmente, Irán puede vender su petróleo a cualquier país (…) Con las sanciones, el precio del petróleo va a aumentar en detrimento de Europa y de Estados Unidos”, afirmó.
“El precio del petróleo va a subir y solo la economía occidental se verá afectada”, dijo Allaedin Borujerdi, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento.
El ex ministro de Inteligencia, Ali Falahian, propuso, además, cesar las exportaciones de petróleo iraní antes del período de seis meses (previsto para la puesta en marcha del embargo), para hacer aumentar el precio del petróleo y perturbar los planes de los europeos.
Irán vende alrededor del 20% de su petróleo a los países de la Unión Europea, principalmente a Grecia, Italia y España, ya afectados por la crisis de su deuda soberana.
Por ello, el Consejo decidió un embargo gradual de las importaciones de crudo iraní, (sanciones) en el sector financiero, incluso contra el Banco Central de Irán, en el sector del transporte y otras restricciones en las exportaciones, sobre todo del oro.
Los europeos prevén una fase de transición para la anulación de los contratos existentes para dar tiempo a sus socios más dependientes del crudo iraní, entre ellos España, Italia y Grecia, para encontrar alternativas a la importación de crudo.
En las últimas horas, los dirigentes europeos aceleraron las negociaciones para convencer a Grecia, que pide que las sanciones entren en vigor en un año, ofreciéndole garantías de que su maltrecha economía no se verá afectada.
Sobre todo porque Grecia es el país europeo con mayor dependencia del crudo iraní, ya que la república islámica no le exige garantías financieras a cambio.
España e Italia dieron su apoyo a la entrada en vigor de las sanciones en seis meses, aunque dejaron claro que hacen un sacrificio.
“España es uno de los países que más se va a sacrificar. Entendemos que la seguridad de la zona es prioritaria, por tanto estamos dispuestos a hacer este sacrificio para conseguir la unanimidad en Europa”, expresó a Bruselas el canciller español, José García-Margallo.
Teherán vende unos 450.000 barriles diarios a la Unión Europea, esencialmente a Italia (180.000 bd), a España (160.000 bd) y a Grecia (100.000 bd).
Varios dirigentes occidentales afirmaron en las últimas semanas que algunos países del Golfo, sobre todo Arabia Saudita, que produce actualmente 10 millones de barriles diarios (mbd), reemplazarían al petróleo iraní.
Mientras tanto, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, denunció ayer las sanciones unilaterales contra Irán, reaccionando así a la decisión de la Unión Europea de imponer un embargo al petróleo iraní.
Rusia, que hasta ahora aprobó cuatro tandas de sanciones del Consejo de Seguridad contra Irán, hizo saber, al igual que China, que se opondría a nuevos castigos.