Dos controles de drogas realizados por la Policía ecuatoriana tuvo la valija diplomática que fue transportada hasta Milán el pasado 11 de enero por la empresa TNT Courier, desde la Cancillería ecuatoriana.
Así lo aseguró Germánico Maya, vocero de la empresa, quien señaló que el primer control se hizo en la Cancillería -antes de que la valija se entregue a la compañía- y el segundo en Guayaquil, al siguiente día, antes de que sea enviada a Madrid.
Esa ciudad fue la segunda parada que tuvieron los cinco bultos, compuestos por dos cajas cada uno y que “llegaron sellados a su destino”, enfatizó el vocero.
En la Cancillería consta el certificado del control antidrogas que efectuó la Policía en el lugar, en donde se detalla que el proceso lo realizaron los cabos Víctor Lastra, Alexandra Curay y Angelita Tenemasa, en companía de los canes Bebé y Eva. El documento está sumillado por uno de los cinco encargados de la Oficina de Valija Diplomática del Ministerio, pero su identidad se mantiene en reserva mientras continúan las investigaciones de la Fiscalía, las que también involucran a empleados de la compañía.
En el documento se especifica que el control se efectuó a las 16:00. Maya sostuvo que la empresa retiró los paquetes entre las 16:15 y 16:30. La valija salió de Quito con rumbo a Guayaquil, luego a Madrid, desde donde pasó a Leyva hasta llegar finalmente a Milán. El vocero de la empresa contó que en las dos primeras paradas los paquetes fueron transportados en las aerolíneas LAN e Iberia, pero aclaró que en el puerto principal se realizó un nuevo control antidrogas, a las 15:05 del 12 de enero. Luego de eso partió a Madrid, a las 22:25.
Según Maya, los bultos salieron de Quito a las 22:58 del 11 de enero, con un solo documento de envío, separadas y con rótulos que especificaban en detalle su contenido.
En cuanto a las diferencias en el peso (79,500 kilos cuando salió de Quito y 79,100 kilos en Guayaquil), el vocero del courier justificó que la balanza en donde se midió el contenido en la Cancillería no es de precisión “sino común”.
Sobre lo que realmente ocurrió con la entrega de los bultos, Maya precisó: “La respuesta la tienen en Italia, la verdad la saben allá, por ese motivo esa gente está detenida. Deberíamos preguntarnos por qué la Policía de Italia seguía a esta banda antes que TNT empiece a trabajar con la Cancillería. Ni ellos ni TNT podemos estar involucrados, es lógica la conclusión, sobre todo cuando hay una banda internacional que está detenida y eso me exime de más comentarios”.
El abogado aclaró que su representada cumplió con los procedimientos internacionales y que no han sido notificados sobre una posible terminación del contrato. Marco Albuja, abogado de la Cancillería, dijo que se analiza si la empresa incumplió con los procedimientos.
Mientras que Pablo Villagómez, subsecretario de Asuntos de América del Norte y Europa de la Cancillería, acotó que si bien el reglamento actual es completo, podrían introducirse mejoras para que sea un instrumento más ágil, especialmente en el control de seguridad, entre ellas que la vigilancia de drogas no solo se realice en la Cancillería sino en diferentes puntos de traslado y así evitar la manipulación.
El funcionario agregó que se deberán incluir mayores referencias de las personas a quienes se les otorgará el beneficio: “que sean solventes, que no tengan problemas con la justicia y que tengan una trayectoria reconocida”. El diplomático certificó que se cumplieron los controles y conocer qué pasó esta vez será definido en la investigación.
Villagómez manifestó que la valija diplomática es la única vía o medio adecuado “para enviar publicaciones, obras de arte, material de difusión o cualquier elemento para promocionar al país mediante el trabajo de las Embajadas”.
Maya precisó que la compañía no tiene planteada una defensa porque la Fiscalía ecuatoriana ya realizó una inspección en las oficinas del courier y la Policía italiana tampoco les ha solicitado información.
Albuja manifestó que la Fiscalía ecuatoriana primero terminará con la investigación interna antes de viajar a Milán para recabar datos obtenidos allá.