El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Ambiente y el Municipio de Otavalo, puso en marcha un proyecto ecológico para “resucitar” el lago San Pablo, en Imbabura.
Se instalaron 11 plantas de tratamiento que purifiquen sus aguas, terminen con la contaminación de aguas servidas y mejoren la calidad de vida de 14 comunidades que habitan en sus riberas. Está pendiente la construcción de otras tres plantas de tratamiento.
El Presidente Rafael Correa visitó San Pablo la semana anterior para recorrer la planta de tratamiento “Araque” y evaluar con los pobladores locales el proceso de recuperación de este lago, que constituye uno de los mayores atractivos turísticos de Imbabura.
“Son plantas de última tecnología que consisten en el uso de vegetales (acuáticos) para purificar el agua con un nivel de eficiencia del 98%. Luego el agua depurada se lanza al lago. Se explicó a la comunidad el proceso y la gente está muy contenta”, indicó el Mandatario.
El proyecto se complementa con un crédito de $ 5 millones que otorgó el BEDE para obras de alcantarillado sanitario en beneficio de 12 160 habitantes de parroquias rurales del cantón. El Gobierno cancelará el 60% del referido préstamo y el Municipio de Otavalo, la diferencia del 40%.
Las plantas de tratamiento se ubican en Pucará de Velázquez, Eugenio Espejo, San Miguel Bajo, Intihuaycopungo, Huaycopungo Sur, Huaycopungo Norte, San Pablo, Gonzáles Suárez, San Pablo, Cachiviro y Araque.
El Jefe de Estado destacó que el lago San Pablo está a menos de dos horas del norte de Quito, y su acceso se facilita con excelentes carreteras construidas y rehabilitadas por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).