La nueva casa editorial Cadáver Exquisito hizo su lanzamiento en Guayaquil con la presentación del libro “álbum de familia”, de la escritora Gabriela Alemán.
La obra de la quiteña fue editada bajo uno de los sellos que pertenecen a esta novel empresa: Hora cero, que se encarga de la publicación de relatos.
Además, cuenta, como parte de la editorial, con otros tres sellos : Cajas chinas, colección de novelas; Cría cuervos, poesía; y Circo, que es el sello que aborda literatura infantil.
En Guayaquil existen cinco editoriales en la actualidad que se mantienen activas: El Quirófano, dirigida por Augusto Rodríguez; El Conjuro, de César Eduardo Galarza; B@ez ediciones, Camareta Cartonera y el colectivo artístico Dadaif Indie Art, que no es una editorial en sí, pero que ha publicado dos libros. Sin embargo, B@ez ediciones es la única que en la actualidad tiene presencia en las librerías.
Lo que busca María Paulina Briones, directora de Cadáver Exquisito Ediciones, es acaparar ese mercado editorial que en Guayaquil, y el país en general, aún no está consolidado.
“Nosotros no publicaremos obras por doquier, porque es imposible si lo que se quiere hacer es un trabajo integral. El trabajo de nuestra editorial recién inicia con la publicación del texto. Lo más duro es la comercialización de la obra y su posicionamiento en el mercado”, agrega Briones.
La obra de Gabriela Alemán, además de estar en las librerías y cadenas de supermercados donde se vendan libros, se distribuirá en Argentina, en el local Eterna Cadencia, ubicado en Buenos Aires.
Esta nueva editorial es la única, hasta el momento, que funciona bajo la modalidad “pago a los autores”. “Los autores elegidos para formar parte de nuestro catálogo no tienen que pagar. Nosotros les pagamos para que publiquen su libro”, explica.
La editorial El Quirófano (creada en 2009), por su parte, cobra cerca de $ 500 a los escritores, por un tiraje de alrededor de 300 ejemplares; y El Conjuro -con tres años de vigencia- cobra aproximadamente $ 2.500 al autor para publicar bajo su sello.
B@ez ediciones, creada en 2002 por Marcelo Báez, aclara que este es un sello alternativo y que sus ediciones son financiadas de dos maneras: por medio de edición cooperativa, costeada entre autor y editorial; o la edición costeada por una institución auspiciante, como es el caso del cuentario “La cabeza del náufrago”, de Miguel Donoso Pareja, que contó con el auspicio del Jefferson; y del libro “Cuerpos guardados”, de Maritza Cino, que tuvo la ayuda del Centro Ecuatoriano Norteamericano.
Los libros que se publican bajo los sellos de las cartoneras son elaborados a mano, con cartón reciclado y tratados como objetos únicos e irrepetibles.
En Guayaquil, el escenario editorial ha sufrido varios cambios, hace pocos años existían tres editoriales que tuvieron que cerrar sus puertas. Ahora surge un nuevo panorama, pero le falta tiempo aún para afianzarse.