El llamado a la concertación que realizó el presidente Rafael Correa durante su informe a la nación generó expectativas en sectores políticos de oposición que, incluso, calificaron de positiva la propuesta.
“Ahora que se ha avanzado en cambiar la relación de poder en favor de las grandes mayorías, sí nos podemos sentar a concertar en igualdad de condiciones sin sometimientos. Por cariño y por necesidad, debemos tener un proyecto nacional”, dijo Correa en su discurso en la Asamblea Nacional.
El mandatario indicó que en esta concertación deben estar incluidos el gobierno, empresarios, campesinos, trabajadores, pueblos ancestrales, actores de la economía popular y solidaria. Aunque sostuvo que habrá sectores con los que será imposible dialogar. Pero “con los ciudadanos de manos limpias, mentes lucidas y corazones ardientes por la patria, independientemente de ideologías, siempre será mucho más lo que nos una que lo que nos separe”.
El asambleísta independienteJimmy Pinoargote dijo a la Agencia Andes que todo llamado a la concertación y a la unidad siempre será positivo.
Diana Atamaint, legisladora de Pachakutik (brazo político del movimiento indígena), sostuvo que este sector siempre está dispuesto al dialogo, pero transparente y frontal.
Pinoargote no cree que la propuesta del gobernante sea extemporáneo, pero sostiene debe ir acompañado con las acciones que deba emprender. “Es vital un dialogo abierto, transparente, sin condicionamientos, sin ningún ofrecimiento sino en beneficio de la unidad”.
El asambleísta Pinoargote reconoce que en política los consensos son difíciles, pero acuerdos sí puede haber. “Creo que en la línea de construir un Ecuador mejor nos va a encontrar a muchos”.
Opinó que podría canalizarse generando más apertura y espacios en la Asamblea Nacional a los sectores de oposición. Por ejemplo, que las comisiones legislativas no sean integradas en su mayoría por asambleístas del bloque oficialista Alianza PAIS.
La ministra de Coordinación Política, Doris Soliz, explicó que la concertación tiene que partir de un reequilibrio de fuerzas. “Estamos trabajando para dar más poder a aquellos sectores de la sociedad ecuatoriana que no lo han tenido. La concertación sobre esa base es posible, pero hablando entre iguales, no como imposición de grupos de poder hacia otros”.