Expertos en derecho, políticos y asociaciones defensoras de inmigrantes y derechos humanos criticaron el proyecto del presidente Nicolas Sarkozy de despojar de la ciudadanía francesa a criminales naturalizados, pues establece categorías de nacionalidad en la República.
“Todos los franceses son iguales ante la ley, cualquiera sea su origen, sean franceses de nacimiento o naturalizados”, sostuvo el lunes Robert Badinter, quien fuera ministro de Justicia del ex presidente Francois Mitterrand, al denunciar el discurso que el viernes pronunció el actual jefe de Estado francés en Grenoble (sureste).
El reconocido experto en derecho afirmó que la iniciativa “es contraria al espíritu republicano (…) y es una falta política, porque el corazón del problema es el sentimiento de algunos de esos franceses que Sarkozy llama de origen extranjero, de seguir siendo, a pesar de su documento de identidad, extranjeros de la Nación”.
El experto constitucionalista Guy Carcassonne recordó que “el artículo primero de la Constitución (…) garantiza la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos sin distinción de origen”, y expresó sus “dudas” acerca de la legalidad de despojar a alguien de la nacionalidad para sancionar delitos comunes.
En Francia sólo puede retirarse la nacionalidad por el delito de terrorismo.