Con el inicio del verano, Alba Meza dejó atrás su escritorio en la Secretaría de Seguridad del Municipio para recorrer diariamente la ciudad. La funcionaria, de 57 años, toca una a una las puertas de las casas desde muy temprano, pues su compromiso actual es hablar con los vecinos de la capital sobre la prevención de incendios en bosques y laderas.
«Buenos días, somos brigadistas del Municipio. Queremos recordarle que en caso de que vea un incendio, usted puede llamar a estos números (911 y 1-800 delito) y alertar a los bomberos. Además, es importante que no queme basura ni residuos agrícolas en las laderas para evitar flagelos», es el discurso estándar que utilizan Alba y sus compañeros.
Una de las brigadas realizó un recorrido en días pasados en el barrio Manuela Sáenz, al sur de la ciudad. Seis personas ataviadas con chaleco amarillo y una gorra golpeaban las puertas a la espera de hablar con los vecinos. «El sistema puerta a puerta busca llegar al 100% de la población. Enfatizamos en aquellos lugares que se encuentran más cerca a las áreas verdes. Queremos que los vecinos nos ayuden a cuidar al medio ambiente», comentó el brigadista César Rodríguez.
En un día promedio, cada uno dialoga con 180 personas. Siempre llevan una hoja de registro y propaganda sobre el plan para repartirla entre las personas visitadas. En cada casa donde los reciben, colocan un adhesivo de identificación.
Dany Tupue, quien vive en el sector más de 20 años, atendió un poco temeroso a uno de los voluntarios y dijo que la iniciativa era necesaria para cuidar las áreas verdes de su barrio.
El Plan de Prevención de Incendios Forestales cuenta con 105 brigadistas y 1.518 voluntarios, quienes recorren la ciudad para concienciar a la población sobre el tema. Hasta el momento, han visitado 65 mil viviendas en todo el Distrito y contactado a unas 413 mil personas.
Estas acciones estarían produciendo resultados y serían una de las razones para que el 47% de las 579 llamadas de notificación de incendios reportadas en la ciudad en los dos primeros meses del actual verano, hayan sido hechas por ciudadanos, según datos de los bomberos y del ECU 911.
Hasta el 11 de agosto pasado se produjeron en la ciudad 1.353 conatos y ocho incendios, habiéndose consumido 82 hectáreas de bosque y pastizales. Estas cifras muestran, a su vez, una disminución del 92% de incidentes de este tipo en comparación con 2012.
No obstante, estos números no satisfacen a las autoridades. Lourdes Rodríguez, secretaria de Seguridad del Cabildo, aseguró que este fenómeno se debe a factores logísticos y culturales. «Aún no llegamos a todas las casas, y no todas las personas aplican las medidas de prevención impartidas. Pero con el 'Plan Fuego' logramos disminuir el número de incendios y llegamos a la comunidad», dijo.
El Programa de prevención se ejecutará hasta mediados de septiembre y se lo pondrá en práctica también el próximo verano.
