Unos tentáculos anaranjados de más de dos metros hundiendo una embarcación de madera y los dientes afilados de un megalodón (tiburón) son las dos imágenes que dan la bienvenida a los ciudadanos que transitan por el Malecón Simón Bolívar. Ambos seres, elaborados en coloridos cartones, son parte de la exposición denominada “Monstruos Marinos”, que estará abierta desde hoy en el citado reducto del centro.
Esta actividad, organizada por la Fundación Malecón 2000, se enmarca en una serie de muestras educativas temporales en los jardines del Simón Bolívar (Tomás Martínez). Según la entidad adscrita al Cabildo, lo que se desea evidenciar con la exposición es la relación entre el hombre y el océano.
Por ello se ha dividido el recorrido en varias secciones: dioses del mar y mitología, océanos antiguos (reptiles marinos), gigantes actuales (cachalote y tiburón ballena), peces exóticos de criaderos y un área sobre las profundidades marinas.
En el recorrido, que parte a la altura de Tomás Martínez y concluye en la calle Loja, lo primero con lo que se encuentra el visitante es una serie de letreros explicativos en los que se detalla información sobre el origen del océano y la composición del agua, y que sirven como introducción de lo que se verá más adelante.
En el trayecto, antes de toparse con el primer monstruo, hay una especie de humo y sonidos de orcas y delfines que buscan recrear el ambiente marino.
Así se llega hasta el leviatán, un dragón marino azul, reza un cartel, de más de dos metros de altura. Con una larga y fina lengua roja, es considerado un depredador mítico. “Esta mezcla de dragón y serpiente es mencionada varias veces en el Antiguo Testamento”, advierte otro letrero.
Luego está el thalassomedor, palabra griega que en español se traduce como “señor de los mares”. Esta especie, de color verde y que reposa sobre uno de los estanques del Malecón, vivió hace 95 millones de años y medía 12 metros de largo. En esta figura destaca el cuello de 6 metros.
A pocos metros está la recreación de una ballena azul (balanoptera musculus), considerada, actualmente, el animal más grande del mundo. La réplica que se exhibe tiene un poco más de dos metros, pero en la vida real, según una información adjunta, el animal tiene 30 metros de longitud y pesa alrededor de dos toneladas. Como estuvo al borde de la extinción, continúa el letrero, se prohibió su caza en todos los océanos.
El recorrido a paso rápido puede tomar 20 minutos, aunque si se hace pausadamente se aprecian detalles como las decoraciones de velas de embarcaciones y anclas de acero de un metro con cabos gruesos.
Al pasar por uno de los puentes colocados sobre el jardín hay un techado con forma de carapacho, que no es otra cosa que una tortuga archelón, que habitó hace 75 millones de años.
Cerca, en una suerte de túnel, se colocaron dos filas de recipientes de cristal en los que hay peces de diversos tipos y tamaños.
Antes del final, desde afuera del Malecón, resalta una figura de 4 metros de altura que mira con su largo cuello hacia el Río Guayas. Es el “monstruo del Lago Ness”, otro animal “mítico” cuya existencia es defendida por algunos “testigos”.
La caminata concluye en el Imax, donde actualmente se proyectan películas relacionadas con la vida marina. La entrada a la exposición, que estará abierta hasta el 26 de agosto, cuestan $ 2 adultos y $ 1,50 niños, tercera edad y personas con discapacidades. Los horarios de atención son de lunes a viernes de 08:00 a 20:00; sábados y domingos de 10:00 a 20:00.
Otra de las actividades que se podrán realizar el fin de semana es la visita al Buque Escuela Zhenghe. Esta nave de origen chino, que arribará a la ciudad mañana, el sábado y el domingo podrá ser visitada de 14:00 a 17:30 en el Malecón Simón Bolívar.
Su dotación está conformada por 309 personas, entre los que se encuentran 110 guardiamarinas (12 son mujeres). El buque zarpó desde su puerto base, Lvshun, el 16 de abril del 2012 y tiene previsto visitar 11 países. El único puerto de Sudamérica al que llegará es Guayaquil.