“No a la reforma laboral, es injusta, ineficaz, inútil para el empleo”, reza en las páginas web de los dos principales sindicatos de España para convocar al ciudadano común a que se una a las manifestaciones de mañana para rechazar las recientes medidas aprobadas por el gobierno derechista de Mariano Rajoy.
La Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) han organizado unas 60 manifestaciones alrededor de todo el país contra esta ley y además supeditaron la convocatoria de una huelga al respaldo que obtengan en las protestas. Mientras tanto, los sindicatos nacionalistas planifican paros generales en tres regiones españolas Galicia (noroeste), País Vasco (norte) y Navarra (norte) para el próximo 29 de marzo.
El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, aseguró que la reforma laboral aumentará la destrucción de empleo, por lo que no se puede decir que no se percibirá a corto plazo. “Supondrá una precarización creciente del mercado laboral, donde se va a cambiar la temporalidad por la precariedad”, añadió Méndez.
El líder sindicalista manifestó que las decisiones del Gobierno dirigen a su país hacia la recesión económica y lo lleva a un “callejón sin salida”, ya que la reforma diseña un horizonte de empobrecimiento de la sociedad española que perdurará más allá de la recesión y se hará perceptible también cuando lleguen a la época de crecimiento económico.
Sin embargo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular (PP), justificó la reforma para flexibilizar el mercado laboral y poner fin a la “sangría” del desempleo en España. Actualmente la cifra de desempleados en el país es de 5’273.600, con una tasa del 22,85%, según la Encuesta de Población Activa del INE (Instituto Nacional de Estadísticas).
Hace tres días, el líder del Partido Popular admitió que las reformas aprobadas por su Ejecutivo no van a producir efectos en el corto plazo por la situación de la economía española y por el entorno internacional, pero aseguró que sientan las bases para crecer y crear empleo en el futuro.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, por su parte, cuestionó que si esta reforma no va a servir para generar empleo, no entiende por qué se ha realizado con tanta urgencia. Además, aseguró que es una medida impuesta por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y los gobiernos de Alemania y Francia, y escrita con la pluma de CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) y la Fedea, fundación al servicio de la banca.
La coalición española Izquierda Unida (IU) se sumó a los rechazos contra la reforma y calificó de suicida la política de recortes impuesta por las instituciones de la Unión Europea (UE) a la mayoría de los 27 países miembros del bloque.
“Las medidas de ajuste aplicadas por varios gobiernos de la región, incluido el de España, llevan a sus economías nacionales al estancamiento y la recesión”, precisó el secretario federal de Economía y Trabajo de IU, José García Rubio.
En un comunicado, García Rubio denunció que esos planes evidencian el fracaso y el verdadero alcance que acaba teniendo esta forma neoliberal de abordar la salida de la crisis.
El dirigente de la tercera fuerza política en votos de esta nación ibérica acusó a la canciller alemana, Angela Merkel, de imponer a toda la UE una “teología de la austeridad”, que conduce a una segunda recesión.
En una reunión que mantuvo con los sindicatos, la IU garantizó que acudirá a la manifestación de mañana y se comprometió a participar en las distintas actividades que los gremios realizarán en los próximos meses. “Esta reforma supone la mayor agresión de la historia a la clase trabajadora”, expresó el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara.
En paralelo, los dos sindicatos españoles desarrollarán durante las movilizaciones una campaña de información en los centros de trabajo para que los trabajadores conozcan las consecuencias de la reforma.