Luego del fuerte sismo de 7.2 grados en la escala de Richter que se registró la mañana de este jueves en Ecuador, científicos y autoridades de Gobierno descartaron el riesgo de tsunami en las costas del país e hicieron un llamado a la calma a la población.
María del Pilar Cornejo, Secretaría de Gestión de Riesgos, indicó que una vez alertados del sismo recibieron información de los Institutos Geofísico y Oceanográfico de la Armada “para determinar la necesidad de monitoreo, si fuere el caso, en la Costa, por un (eventual) tsunami o un terremoto”.
No obstante, afirmó que según reportes actualizados no se tiene información sobre daños materiales de consideración o de víctimas humanas.
Indicó que una vez conocido el epicentro del fenómeno telúrico –localizado en la provincia de Pastaza- se activaron todas las oficinas de la Secretaría de Riesgos a nivel nacional.
Se puso especial atención en las oficinas ubicadas en la zona de más afectación: Pastaza, Napo y Tungurahua, esta última provincia donde el volcán del mismo nombre registró un proceso de reactivación en meses pasados.
El sismo se sintió en todo el país y preocupó a la ciudadanía, especialmente en la región Litoral, donde generó mayor alerta debido a que a esa hora (6:54)se traslada un gran número de estudiantes a los establecimientos educativos, dijo Cornejo.
Un informe preliminar da cuenta de daños en casas edificadas de manera precaria en el noroeste de Guayaquil, cerca a la Penitenciaría del Litoral; y en Manta. En Célica, provincia de Loja, se tiene reporte de daños leves en viviendas de adobe (grietas en paredes y caída de tejas).
Hay edificios antiguos que han sufrido fisuras, pero son daños estructurales debido a su vetustez y no tanto por el sismo.
No obstante, la funcionaria reiteró no se registra afectación a vidas humanas ni a infraestructura importante en el país.
La Secretaría de Riesgos mantiene un monitoreo constante de la situación, agregó.
Miriam Troncoso, sismóloga del Instituto Geofísico Nacional, explicó que el sismo fue generado debido a un proceso de subducción generado por el choque de las placa oceánica de Nazca con la continental Sudamericana.