El jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, entregó hoy la presidencia pro témpore del Mercosur a su homólogo paraguayo, Fernando Lugo, con lo cual dieron por concluida la XL Cumbre del bloque suramericano en Foz de Iguazú.
En su despedida de los foros internacionales, Lula abrazó y besó a Lugo en la cabeza, tras lo cual recogió la bandera y la placa con el nombre de Brasil, para ceder el lugar principal al mandatario paraguayo.
Al asumir el puesto, Lugo dijo que bajo la presidencia paraguaya se dará énfasis, el próximo semestre, al desarrollo social e institucional, a la superación de las asimetrías y a la consolidación de la unión aduanera.
Tras agradecer a Lula por el trabajo que su país hizo en el semestre que termina al frente del Mercosur, Lugo dijo estar convencido de que «los esfuerzos conjuntos» de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, los cuatro miembros del bloque, permitirán avanzar hacia las metas comunes que se han fijado.
Entre los desafíos que Paraguay tendrá en la presidencia rotatoria del Mercosur, Lugo destacó el lanzamiento de un debate sobre la libre circulación dentro de los países miembros, prevista en el artículo primero del Tratado de Asunción, suscrito en marzo de 1991 y que dio vida a esta unión aduanera.
El mandatario paraguayo reiteró la importancia de las negociaciones para un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) y dijo que a las rondas negociadoras previstas para el próximo semestre se les dará «una atención especial».
«Estoy seguro de que estamos en el camino de construir un Mercosur que sirva como medio efectivo para crear las condiciones de transformar las estructuras y mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos», apuntó Lugo.
A la cumbre asistieron, además de Lula y Lugo, los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y Uruguay, José Mujica.