Faltan diez meses para las próximas elecciones en Paraguay, sin embargo la oposición de aquel país y el Senado decidieron con 39 votos destituir a Fernando Lugo de la presidencia, por «mal desempeño en sus funciones», en un juicio político express cuestionado tanto por la Unasur como por la Organización de Estados Americanos.
Lugo, a quien sucederá su actual vicepresidente Federico Franco, del conservador Partido Colorado, calificó el proceso en su contra de «golpe parlamentario con ropaje jurídico».
4 senadores se opusieron y 2 estuvieron ausentes de esta votación crucial.
Los fiscales acusadores Oscar Tuma y Carlos Liseras, del Partido Colorado; Clemente Barrios y José López Chávez, de la Unión de Ciudadanos Eticos (Unace), y Jorge Alvarez, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) presentaron los argumentos que, a su juicio, justifican la destitución de Lugo.
Por su parte, durante el alegato de Adolfo Ferreiro, uno de los seis defensores del exobispo, se había pedido al Senado que «se adecúe el tiempo de preparación de defensa que establece el Código Civil», y solicitado que «el cumplimiento de todos los trámites de la defensa conforme a los convenios que tiene suscrita la República». Más tarde, también había denunciado que «el dictamen que se realizará este mismo viernes es una condena anunciada con un libreto impreso y prestablecido, es una burla mayor que no se puede concebir».
Manifestantes respaldan a Lugo
Miles de manifestantes que han llegado de todos los rincones de Paraguay, a los exteriores del Congreso, expresan su apoyo al Presidente Fernando Lugo. Decenas de uniformados han empleado la fuerza para tratar de dispersar a las agrupaciones de respaldo.
Mientras se llevaba a cabo el juzgamiento del Presidente de Paraguay, los policías y militares dispararon balas de goma a los manifestantes.