El ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, fustigó ayer a los países ricos y al FMI por enfrentar la crisis pidiendo austeridad y beneficiando al sistema financiero, en el primer discurso público en siete meses durante los que se trató de un cáncer.
“Piden austeridad a los pobres, trabajadores y a gobiernos de los países más frágiles económicamente. Pero al mismo tiempo aprueban paquetes y paquetes de inyecciones de recursos en el sistema financiero que benefician justamente a los sectores responsables de las ideas especulativas que provocaron la crisis que estamos viviendo”, advirtió Lula.
“O sea, castigan a las víctimas de la crisis y distribuyen premios a los que son responsables por ella. Esto es un gran error”, expresó el ex mandatario en un seminario sobre inversión en áfrica en el Banco de Fomento Brasileño, en Río de Janeiro.
Los países ricos enfrentan la crisis con recorte de las inversiones públicas, disminución de los salarios, despidos, aumento de la edad mínima para jubilarse, criticó un debilitado Lula, quien ingresó al lugar caminando con dificultad.
“La lógica puede ser resumida así: al sistema financiero, todo el apoyo para que no sufra con la crisis; a los trabajadores, a los jubilados, los más pobres, ninguna ayuda”, añadió