El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que el tratamiento que sigue el primer mandatario de ese país, Hugo Chávez, tras la operación del día 11, “amerita” tranquilidad y señaló que “en los próximos días” el Gobierno informará de la evolución de la crisis respiratoria que le afecta.
“En los próximos días seguiremos informando de las condiciones, de cómo evoluciona el tema respiratorio que tiene nuestro comandante. Ustedes saben que son tratamientos que ameritan tranquilidad y nosotros estamos tranquilos y le pedimos al pueblo que tenga confianza, seguridad, serenidad”, exhortó en un discurso.
Chávez fue sometido el 11 de diciembre a la cuarta intervención quirúrgica desde que se le detectó un cáncer hace 18 meses y según el último reporte sobre su salud presenta una insuficiencia respiratoria como consecuencia de una severa infección pulmonar.
Ante decenas de seguidores del Gobierno, que se congregaron en las afueras de la unicameral Asamblea Nacional, en el centro de Caracas, para asistir a la elección de las nuevas autoridades parlamentarias, todas afines al Gobierno, Maduro insistió en que “el pueblo debe estar tranquilo”.
“Todos los escenarios que vengan los enfrentaremos victoriosamente si estamos tranquilos, serenos, unidos, si confiamos en nuestras propias fuerzas espirituales y materiales, si mantenemos la unidad absoluta de la patria”, remarcó.
Además de pedir que se confíe en la información oficial y se descarten las olas de rumores sobre el asunto, el también Ministro de Relaciones Exteriores pidió unidad popular para encarar otros asuntos, entre ellos una “campaña de desabastecimiento” de comestibles, que dijo ha sido detectada por el Gobierno.
“Se crea una cadena de nerviosismo y no hay quien la aguante”, señaló tras asegurar que la red estatal de alimentos cuenta con reservas suficientes para atender tres meses de la demanda nacional.
Mientras que la oposición reaccionó al anuncio de Maduro de que el 10 de enero, fecha en que debe asumir Chávez su nuevo mandato, puede cambiarse.
Frente a eso, la tesis de la oposición es que si el próximo jueves Chávez no está en Caracas debería ser sustituido por el titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien fue ratificado en el cargo el sábado.
El diputado opositor Julio Borges, acompañado por varios diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), aseguró que “nosotros como nunca hemos tenido duda de que el presidente sigue siendo presidente después del 10 de enero, eso nunca ha estado en cuestión, lo que sí hemos puesto en duda es que si el presidente no puede venir a su juramentación, sea Nicolás Maduro que ya pertenecería al gobierno anterior, quien siga siendo vicepresidente”, dijo Borges.
Cabello afirmó tras su reelección que Chávez “seguirá siendo presidente de la República más allá del día 10 de enero”, y recordó que “disfruta de un permiso de acuerdo con la Constitución”.
Por su parte Maduro indicó que si el presidente no puede cumplir con el “formalismo” de jurar el cargo, lo hará posteriormente ante el Tribunal Supremo.
Borges insistió en que “lo que toca por la Constitución es que no estando el presidente, a quien le toca sustituirlo es a la otra persona elegida por votos que es el presidente de la Asamblea” y justificó la discrepancia del oficialismo en supuestos problemas internos.
“Están interpretando de la manera más retórica que pueden la Constitución, con un solo propósito, que nunca Diosdado Cabello, como presidente de la AN, pueda ser presidente encargado de Venezuela”, indicó.
Borges, del partido Primero Justicia, del líder opositor Henrique Capriles, afirmó que en las elecciones internas del Legislativo “lo que hubo fue un acomodo y un reparto de acuerdo a los problemas internos del oficialismo”. Cabello y Maduro han negado que exista una pugna de poderes en el chavismo.