El expresidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, se encuentra «consciente» en el hospital donde fue ingresado por una recaída de su infección pulmonar, informó el portavoz de la Presidencia de ese país, Mac Maharaj.
El funcionario precisó que Mandela, de 94 años, estaba consciente también en el momento de su hospitalización, que se produjo poco antes de la medianoche de ayer.
Explicó que «los médicos actuaron con la mayor prudencia y responsabilidad» y, ante la avanzada edad y el historial médico de Mandela, decidieron su hospitalización.
«Está siendo tratado contra la infección (pulmonar)», agregó el portavoz.
Asimismo aseguró que las infecciones siempre se propagan rápidamente, e indicó que el caso de Mandela no es una excepción.
Pese a que la Presidencia sudafricana no ha hecho público hasta el momento el centro donde ha sido ingresado Mandela, los periodistas ya montan guardia con sus cámaras frente al Hospital Militar de Pretoria, donde se especula que podría encontrarse el exmandatario.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, deseó a Madiba (nombre del clan de Mandela en lengua xhosa y como se le conoce cariñosamente en Sudáfrica) una rápida recuperación y pidió «a los sudafricanos y al mundo» que rezaran «por Mandela y su familia».
Además, la Presidencia del país austral pidió respetar la «intimidad» de Mandela para «dejar a los médicos hacer su trabajo».
El ingreso de anoche es la quinta hospitalización de Mandela en poco más de dos años.
Madiba, que durante 67 años luchó contra el sistema racista del «apartheid» impuesto por la minoría blanca en Sudáfrica, sufre problemas respiratorios surgidos durante sus 27 años de reclusión por parte del citado régimen.
Mandela fue hospitalizado el pasado 9 de marzo para ser sometido a pruebas médicas rutinarias con un resultado satisfactorio.
El premio Nobel de la Paz de 1993 fue operado el pasado mes de diciembre de cálculos en la vesícula y tratado de complicaciones respiratorias, durante una estancia de más de dos semanas en el hospital, lo que condujo a insistentes rumores sobre su muerte.
El primer presidente negro de Sudáfrica vive entre Johannesburgo y Qunu, la localidad oriental donde pasó su infancia, bajo permanente vigilancia medica.
Su última aparición pública se remonta a la ceremonia de clausura del Mundial de fútbol de 2010 celebrado en Sudáfrica.