Desde las 09:00 de ayer, en el Tribunal Segundo de Garantías Penales se instaló la audiencia de juzgamiento a los cinco procesados por la muerte del fotoperiodista Juan Antonio Serrano, hermano del ministro del Interior, José Serrano, ocurrida la madrugada del 2 de septiembre.
En las afueras de la Corte Provincial del Azuay, familiares y amigos de los procesados, con pancartas y pitos, pedían “un juicio justo” y “justicia sin venganza” para sus allegados. Los gritos se escuchaban hasta el interior de la sala de juzgamiento, ubicada en el cuarto piso del edificio.
La audiencia se inició con la revisión y verificación de cédulas de las más de 50 personas llamadas a rendir su testimonio, entre ellas parientes de la víctima, autoridades y peritos, entre otros.
Debido a que la sala se llenó, por la gran cantidad de testigos y familiares, se restringió el acceso para algunos medios de comunicación y ciudadanos cercanos de los procesados. A las 09:15 se instaló la audiencia pública oral dirigida por la titular de la sala, Patricia Novillo Inga, Carmita Campoverde y Efrén Paredes Roldán.
En primera instancia intervino Rocío Hernández, fiscal del caso, quien sustentó la acusación contra los procesados, a través de un recuento en el que se narró, de acuerdo a las investigaciones, cómo sucedieron los hechos. Media hora después la defensa de los acusados comenzó con su alegato inicial, solidarizándose con los familiares de Juan Antonio Serrano y presentó cada uno la sustentación a favor de sus defendidos. Posteriormente se realizó la presentación de las pruebas por parte de la Fiscalía entre las que están: los informes de la reconstrucción de los hechos, del levantamiento del cadáver, de las prendas de vestir de los acusados, videos y otros documentos.
El abogado de los hermanos Martín y Luis Molina pidió que se excluyan de las evidencias el informe de la reconstrucción del lugar de los hechos y los videos.
La fiscal Hernández explicó que se trata de videos captados por cámaras de seguridad del ECU-911 y del Municipio de Cuenca, no privados, por lo que la funcionaria rechazó la petición.
El receso de más de media hora fue aprovechado por los familiares y amigos de los imputados para saludarlos y abrazarlos, mientras los gritos en los bajos del edificio continuaban, esta vez a favor de los hermanos Molina: “Libertad para los inocentes”, coreaban sus amigos. A las 12:30 se dio inicio a la fase probatoria, el primero en testificar fue Luis Antonio Salgado Carpio, de 51 años, tío de Juan Antonio Serrano y propietario de la vivienda donde se realizó la fiesta de cumpleaños de su hijo Paúl Antonio.
él contó que uno de los hermanos Molina era simplemente un conocido de su vástago, pero no amigo. Lo invitó a la fiesta para que entregara una chaqueta que se había sustraído en días anteriores. Además, explicó que recibió una llamada por parte de Serrano a la 23:30 para avisar que iría a la fiesta de cumpleaños de su primo. De ahí a las 01:30 lo llamó su hermana para indicarle que su sobrino había fallecido.
Según Salgado, los acusados llegaron a su vivienda sin ninguna intención de disfrutar de la fiesta, sino más bien de cometer un acto delictivo. La diligencia continuaba hasta el cierre de esta edición.