La gastronomía y el húmedo invierno de Lima enfermaron a más de 45 asistentes a la Asamblea General de la OEA, con cuadros de diarrea, deshidratación y bronquitis, muchos de los cuales cayeron «castigados» por la atractiva comida peruana, según comentaron hoy los médicos encargados de la enfermería.
Desde el sábado pasado en que comenzaron las reuniones preparatorias de la 40 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), los médicos y enfermeras destacados en la enfermería y las ambulancias en el Museo de la Nación han atendido a delegados de Argentina, Ecuador, EE.UU., Inglaterra, Suecia, Brasil, Haití y Guatemala.
El propio secretario general del organismo continental, José Miguel Insulza, tuvo una indisposición por los camarones ingeridos el domingo, y el diario El Comercio bromea hoy diciendo: «El dolor de estómago no fue por Honduras».
Las largas horas de reuniones y el intenso frío, no tanto por la temperatura reinante de 15 grados centígrados sino por la humedad cercana al 90 por ciento, han causado también dolores de cabeza por estrés y contusiones por caídas, al tropezar con un piso resbaloso por la famosa garúa o llovizna limeña.