Los cazadores furtivos han asesinado durante 2013 en Sudáfrica un total de 158 rinocerontes, anunció el viernes el ministerio de Medio Ambiente del país austral.
La mayor parte de los animales, 116 de éstos, murieron en el Parque Nacional Kruger, en el noreste de Sudáfrica.
En lo que va de año, la Policía ha arrestado a 61 personas relacionadas con la caza ilegal de rinocerontes.
De la cifra total de arrestados, 38 son supuestos cazadores y tres se dedican presuntamente a transportar los cuernos de los ejemplares abatidos.
En la conferencia de la Convención sobre el Comercio Internacional de Flora y Fauna (CITS) celebrada este mes en Bangkok, la ministra sudafricana de Medio Ambiente, Edna Molewa, admitió estar perdiendo la batalla contra la caza ilegal de esta especie en peligro de extinción.
«El Gobierno de Sudáfrica está invirtiendo muchos fondos en la conservación y seguridad (de los rinocerontes), pero la caza furtiva sigue creciendo», señaló entonces Molewa, que apuntó a organizaciones internacionales de tráfico de animales provenientes de fuera de Sudáfrica como responsables de esta actividad.
Según organizaciones de protección del rinoceronte, mafias asiáticas compran los cuernos a los furtivos, para venderlos a precios de oro en países como China, Tailandia o Vietnam, donde se elaboran con éstos pócimas 'milagrosas' que prometen curar enfermedades o servir de afrodisíaco y se comercializan en los mercados locales.