Conocedor como pocos de la historia vaticana y un agudo observador de la política de la Iglesia católica, el teólogo, escritor y fraile dominico brasileño Frei Betto tiene un recado para el próximo Papa: «Debería donarle el Vaticano a la Unesco como patrimonio y mudarse a una casita en América Latina, donde vive la mayoría de los católicos en el mundo».
Férreo crítico de la Curia Romana que domina la política y economía vaticana, a la cual califica de «mafia», Frei Betto, nacido Carlos Libanio Christo, apuesta a que el nuevo papa -por elegir a partir del cónclave que comenzará mañana- será italiano y no latinoamericano ni extraeuropeo.
En una entrevista con El Telégrafo sostiene que aún después de su renuncia, Joseph Ratzinger será a su sucesor lo mismo que Fidel Castro es a Raúl en Cuba o lo que Luiz Lula da Silva es a Dilma Rousseff en Brasil. Le pone nombre a su previsión de que el papado se juega entre dos italianos, Angelo Scola y Gianfranco Ravassi.
Frei Betto, que hace cuatro décadas vive en un convento de Sao Paulo, es consejero de movimientos sociales y un escritor prolífico con 53 obras, premiadas en varias latitudes. Incursionó brevemente, durante un año, en la política formal, siendo asesor del Plan Hambre Cero que implementó su amigo presidente Lula en 2003. Es uno de los abanderados de la Teología de la Liberación, el movimiento católico de base que recibió influencias del marxismo y que fuera condenado tanto por Juan Pablo II y Benedicto XVI. Estuvo dos veces detenido por la dictadura militar brasileña, que lo perseguía por sus ideas y acciones.
La prensa italiana, la francesa y la brasileña publicaron que el obispo de Sao Paulo, el brasileño Odilo Scherer, es favorito a ser elegido Papa. Sería la primera vez de un latinoamericano y de un papa extraeuropeo…
No creo que exista chance para un cardenal que no sea europeo. La Iglesia es eurocentrista. Son necesarios 77 votos y Europa sola tiene 60, más los que consiga entre sus aliados. Sería un milagro, una gran sorpresa, pero existe una realidad. La Iglesia católica no considera capacitados a los cardenales de América Latina, de África y de Asia. No veo a Scherer tampoco con osadía o profetismo para asumir el papado.
Entonces, dentro de su conocimiento, ¿cuál es su apuesta para la elección en el cónclave?
Por exclusión, pienso que será un italiano y menor de 75 años. España, Bélgica y Gran Bretaña están con escándalos de pedofilia. El Este europeo ya estuvo representado con el polaco Juan Pablo II. La iglesia de Francia está en conflicto con alemanes y austriacos. Alemania acaba de estar con Joseph Ratzinger. Entonces un italiano, entre Gianfranco Ravassi o Angelo Scola. Ravassi tiene más cultura y sensibilidad, es más abierto que Scola, que tiene prejuicios a los homosexuales y no abrirá el tema de la moral sexual, que para mí es urgente en la Iglesia. Es muy conservador pero no llega a ser un fundamentalista.
¿Y su opción personal entre los candidatos?
Yo me inclinaría por el brasileño Claudio Hummes pero no tiene chance, Ratzinger lo sacó de la Curia Romana. (NDR: Hummes fue en los años 70 el obispo que protegió a perseguidos políticos y a los obreros y sindicalistas, como Lula, que hacían huelgas en las fábricas paulistas contra la dictadura militar).
¿Cuál será la función de Ratzinger, teniendo en cuenta que es el primer papa renunciante en 600 años?
Mira, Ratzinger será el principal apoyo electoral, seguramente impulsará o apoyará dos o tres nombres. No es ningún tonto Ratzinger. Seríamos muy ingenuos si pensáramos que se quedará quieto en Castel Gandolfo. Su presencia impregnará a su sucesor. Mientras él viva tendremos un doble poder en la Iglesia. Podría irse Ratzinger a vivir a otro lado, pero no, se quedará en el Vaticano. Imagina eso para el nuevo Papa…
Será un papa sin perfil propio entonces con Ratzinger cerca…
Mientras Ratzinger esté vivo, el nuevo Papa no tendrá un perfil totalmente propio. Cuando no esté de acuerdo con algo, no lo manifestará. Es una continuidad, como Raúl y Fidel, como Dilma y Lula. Estoy convencido de que el nuevo Papa tendrá un silencio respetuoso por temas que Ratzinger no se animó a tocar. Si el nuevo Papa dice «vamos a permitir que los curas casados vuelvan a celebrar misa» matará a Ratzinger de un ataque al corazón (risas).
En este escenario que usted plantea, ¿cuáles son los temas que el próximo Papa deberá abordar?
No creo en cambios significativos mientras Ratzinger viva en el Vaticano. El nuevo Papa podría cambiar la política vaticana, meterse con la Curia Romana, una verdadera mafia que ya tiene muchos años y una historia tremenda de corrupción. Espero que el nuevo Papa pueda meterse allí, pero con Ratzinger cerca no tocará temas como la moral sexual o que las mujeres puedan ordenarse como sacerdotes y puedan dar misa.
Desde su óptica entonces, como fraile dominico, ¿cómo debería actuar la Iglesia y la figura papal?
Queremos que la Iglesia sea Iglesia y no una sociedad doctrinaria, con un esplendor que es heredado del Imperio Romano y que no refleja para nada la figura de Jesús. Me gustaría que el Vaticano fuera entregado a la Unesco como patrimonio y que el Papa tenga una casita en América Latina, donde vive la mayoría de los católicos del mundo. Ninguna persona debería ser considerada una «Santidad», sabiendo que el Vaticano es la única monarquía absoluta de la historia de Occidente.
Ese consejo para acercarse a América Latina me lleva a pensar en el avance de las iglesias evangélicas en la región y sobre todo en Brasil, el país con más católicos del mundo…
Es que hay gente que no se siente bien con la Iglesia católica. Por ejemplo, un obrero en 6 u 8 meses puede convertirse en un pastor evangélico; en la católica jamás. En los cultos evangélicos las mujeres tienen palabra, lideran las oraciones, pueden llegar a sentirse mejor en general. En la católica todo está centrado en el sacerdote, en el moralismo. Siempre la relación es de arriba hacia abajo.