Hace 5 años una revolución por la unión latinoamericana parecía desaparecer. Ecuador rompió estrictamente relaciones con Colombia, acusando a su Gobierno de violar la soberanía ecuatoriana, cuando el ejército colombiano sobrepasó sus límites y acabó con la vida de segundo líder de las FARC, Raúl Reyes, y de veinte personas más.
Hoy, familiares de los jóvenes fallecidos por el bombardeo, despiertan los hechos a través del libro `Sucumbíos – Historia de una infamia´, que busca esclarecer lo ocurrido en Angostura. A los jóvenes, el Gobierno colombiano los acusó de ser aliados de las FARC. Ellos eran alumnos de la Universidad autónoma de México (UNAM) y «todos eran excelentes estudiantes interesados en los problemas latinoamericanos», aseguró González, padre de uno de ellos.
Aquel día, el ejército no solo atacó a los guerrilleros, sino que bombardearon los cuerpos hasta dejarlos irreconocibles. Los resultados motivaron a que el presidente Correa tache de «masacre» el hecho y presente una denuncia ante la OEA. La organización inmediatamente emitió un informe apoyando la postura de Ecuador, en el cual en primer lugar, reafirmaba «el principio de que el territorio de un Estado es inviolable y no puede ser objeto de ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado, directa o indirectamente, cualquiera fuera el motivo, aún de manera temporal». Sin embargo, ninguna institución, hasta el 2012, declaró procedimientos más allá de las normas constitucionales.
Fue en ese año (2012) cuando en la misma Colombia, la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, decidió abrir una investigación preliminar en contra del ex presidente Álvaro Uribe Vélez por el caso de Angostura, pero tampoco dio pasos jurídicos, y menos resultados concretos. Uribe había declarado que no advirtió de la operación a Rafael Correa por una supuesta simpatía del presidente con las FARC.
Ningún Estado parecía esclarecer lo sucedido. Todo hasta entonces giraba en torno a lo aceptado por la OEA: que Colombia había cometido un delito contra la soberanía ecuatoriana, pero al mismo tiempo debería haber un acercamiento bilateral en pos de mejorar sus relaciones.
Y fue así. Con la llegada de Juan Manuel Santos al poder (2010), hubo un intenso acercamiento por parte de su gobierno, y esta actitud fue bien recibida por el Estado ecuatoriano. Hoy ambos gobiernos aseguran que las relaciones están en el mejor momento. Con ello, el tema de Angostura solo parece ser retomado por la visita de los familiares de los jóvenes mexicanos.
Álvaro González e Israel Avilés padres de dos fallecidos, visitan hoy Angostura y colocarán dos ofrendas florales con los colores de la bandera de México en honor a sus familiares.