Un menor de cinco años se convirtió en la víctima mortal número 21 a causa del dengue grave, antes conocido como hemorrágico.
El deceso se produjo ayer cerca de las 08h00 en el Hospital Verdi Cevallos, en Portoviejo, provincia de Manabí, en donde permaneció internado durante 14 días.
El certificado de defunción entregado en el nosocomio señala que la muerte se produjo por un paro cardíaco y que el pequeño presentaba, además del dengue grave, una encefalomielitis diseminada aguda.
El infante estuvo cuatro días en la sala de Pediatría del nosocomio, pero el domingo 17 de junio su estado se empeoró y fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, donde le realizaron una tomografía y les informaron que su cerebro estaba afectado.
Otros dos hermanos de la víctima de siete y nueve años también presentaban un cuadro similar, sin embargo, se encuentran estables.
“Nosotros pensábamos que el niño de siete años iba a caer en un estado de gravedad porque aparentemente era el más afectado, en cambio Jonathan (fallecido) estaba tranquilo, pero le subió la fiebre y empezó a convulsionar, los doctores dijeron que eso era normal”, contó Beatriz Valle, tía del menor.
El sector donde se ubica su vivienda, en el callejón Ferrín, el Area de Salud No. 1 y el Servicio de Erradicación de la Malaria (SNEM) realizaron tareas de fumigación, abatización y charlas educativas.
Allí se descubrió que en un terreno de propiedad de la empresa Importadora Andina había una gran cantidad de llantas que retenían en su interior agua de lluvias y que estaban infestadas con larvas del mosquito Aedes Aegytis, transmisor del dengue.