Los activistas de Greenpeace que se habían introducido la madrugada de este lunes en la central nuclear de Tricastin, en el sur de Francia, fueron detenidos, informaron hoy el Ministerio del Interior y la organización ecologista.
El Ministerio del Interior indicó que los arrestados eran 29, mientras que una portavoz de Greenpeace habló de unos treinta, entre los que había franceses, pero también cuatro o cinco españoles, suizos y rumanos.
El presidente francés, François Hollande, en una breve reacción al incidente, subrayó la importancia que da su país «a la seguridad nuclear».
Tras recordar que es la Autoridad de Seguridad Nuclear la encargada de garantizarla, añadió que ese organismo ha dado «todas las garantías para asegurarnos de que esta seguridad nuclear se respeta absolutamente».
Tras irrumpir en la central nuclear, los activistas desplegaron una pancarta al nivel de los reactores 1 y 3, en la que se podía leer: «Tricastin: ¿accidente nuclear?» y «François Hollande: ¿presidente de la catástrofe?».
Jean-Vincent Placé, jefe de la bancada del partido ecologista Europa Ecología Los Verdes (EELV) en el Senado francés, saludó «la acción ciudadana» de Greenpeace, estimando que la misma pone en evidencia un «riesgo terrorista» sobre el que es «sumamente importante alertar a los franceses».
En marzo pasado, Greenpeace pidió el cierre de la central de Tricastin y de otras tres plantas nucleares francesas. Para establecer su lista, la organización examinó tres series de criterios, entre ellos los «riesgos de agresiones externas, naturales o no».