Por lo menos 3.000 hectáreas de cultivos de papa se intervendrán inicialmente con nueva tecnología para mejorar la calidad de la semilla y así reducir los elevados costos de producción.
Los especialistas coinciden en que hay que dar un manejo agroecológico del cultivo de papa, para de esa manera incrementar el porcentaje de producción y a ello adicionar la utilización de una buena semilla, que representa el 50% del éxito en cualquier cultivo.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP) realiza alianzas estratégicas con empresas privadas y el Centro Internacional de la Papa (CIP) a fin de para implementar la zona papera de la provincia de Bolívar en la zona centro del país.
La aplicación de tecnología permitirá bajar la inversión, aumentar el rendimiento por hectárea y mejorar la calidad del tubérculo.
En el Ecuador los productores de papa enfrentan problemas como los altos costos de producción, bajos rendimientos e inestabilidad del precio en el mercado interno. En la actualidad el quintal de papa se comercializa en USD 32, valor que está por encima del precio histórico de los últimos años que era de USD 6, debido al desestimulo en las siembras.
Sin embargo, a pesar de estas dificultades la papa junto con la palma africana son los cultivos
con mayor crecimiento en el Ecuador en el 2010, con 34,8% y 28%, en su orden, reveló la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria (Espac) realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
En el caso de la papa, los cultivos se concentran en la provincia del Carchi, donde los sembradíos se duplicaron de 68 mil toneladas en el 2009 a 167 mil en el 2010.
El técnico del MAGAP, Edwin Lara, explicó que “con semilla certificada y tolerante a ciertas enfermedades, se requiere de menos fertilizantes e insumos fitosanitarios, logrando una productividad de dos a cinco toneladas por hectárea”.
Señaló que además se debe trabajar en base a la demanda del mercado, “en la actualidad la papa grande
no es muy apetecida por los consumidores. Con un manejo nutricional adecuado y de insumos de categoría verde, el agricultor puede disminuir costos” dijo Lara.
Para Edwin Pallo, Técnico de Producción del programa de papas nativas del CIP, sólo el 1.5% de los agricultores utiliza semilla certificada y por ello es la alta incidencia de enfermedades y resistencia a los fungicidas.
Recalcó que los bajos rendimientos y la existencia de patologías aún no reconocidas científicamente es lo que perjudica a la producción nacional del tubérculo.