La ministra coordinadora de la Política, Doris Soliz, entrevistada por radio La Voz del Tomebamba, hizo un llamado a la reflexión para que la población cuencana y del país tome a la Consulta Popular como un mensaje positivo de cambio.
Nuestro interés es que la ciudadanía se informe adecuadamente de las 10 preguntas para que podamos hacer de la propuesta un acto cívico, constructivo, en la perspectiva de tener una sociedad más segura, justa y pacífica, señaló.
Enfatizó que es el momento de transformar la justicia que está colapsada y por ende no constituye ninguna garantía de seguridad, señaló tras citar una reciente encuesta de la firma Santiago Pérez que señala que el 30% de los ecuatorianos considera que el principal problema del país es la inseguridad.
No se podrá superar el problema si no se efectúa una reforma radical en el sistema judicial; el saber que en el país hay 1'200.000 juicios sin resolverse, actitudes cuestionables de los jueces que no han sido sancionadas “llama a gritos la necesidad de la reforma”, subrayó.
Es una pena que las tesis del NO no tengan argumentos reales y se basen en mentiras y tergiversaciones como por ejemplo la versión del prefecto Paúl Carrasco que reclama al gobierno por un supuesta falta de asignaciones, cuando se le entregó más de 30 millones de dólares extras, más allá de las banderías políticas, pues la característica de esta administración es apoyar a los gobiernos locales, dijo.
Estas manipulaciones “seguramente les pasará factura en los resultados electorales”, recalcó.
Decir No es no darle alternativas al país, es no permitir que el Estado y sus poderes tengan las herramientas suficientes para resolver los problemas, agregó.
Respecto a las críticas de la oposición en el sentido de que se utilizan los bienes del Estado para la campaña política, la ministra recordó que de acuerdo a las reglas del Consejo Nacional Electoral se tiene todo el cuidado para no violentar esas disposiciones.
Qué culpa tiene el presidente Rafael Correa de gozar de un amplio apoyo y de la legitimidad necesaria para impulsar los cambios, subrayó y añadió que más bien esa es una cualidad positiva para el país.
Por otro lado, la ministra lamentó que un sector de la cúpula de la Iglesia Católica y varios sacerdotes hayan tomado partido por el NO y estén actuando en política como lo hicieron al momento de aprobar la actual Constitución, con toda clase de mentiras.