El ministro del Interior, José Serrano, anunció la captura de 10 presuntos cabecillas de una banda que operaba la mayor red de sicariato, además de facilitar el tráfico de drogas con carteles como Sinaloa, Los Rastrojos, Los Urabeños, etc. Al mismo tiempo controlaba todo el microtráfico en el norte de Guayaquil.
En su cuenta en Twitter, el funcionario calificó las aprehensiones como «el golpe más duro e importante» al hampa y al crimen organizado de los últimos 15 o 20 años en el país.
En una entrevista con el canal público Ecuador TV, Serrano explicó que la organización se consolidó hace ocho años como banda delincuencial estructurada y venía operando en las provincias de Manabí, Los Ríos y Santa Elena. Se le atribuye no menos de 50 asesinatos y homicidios en los últimos tres años. «Era la que controlaba gran parte de la delincuencia en nuestro Litoral», apuntó.
Indicó que entre los cabecillas hay un expolicía, que ya había sido procesado por otros casos y quien fue el que de alguna manera consolidó la estructura delincuencial en Manabí. Éste fue detenido en Quevedo.
Añadió que otro de los detenidos es Arévalo Benavides, «el capo del microtráfico en el norte de Guayaquil».
Lamentó también que estén involucrados dos gendarmes en servicio activo, entre ellos un capitán de la Policía. «Con el mando de la Policía y el Gobierno vamos a ser implacables, es decir en la institución no puede quedar un solo elemento que esté utilizando el uniforme de esta manera», dijo el ministro.
El otro gendarme fue capturado en Manabí y se trata de un sargento que fungía como informante. Asimismo se detuvo a un funcionario del Registro Civil.
Imagen de uno de los allanamientosImagen de uno de los allanamientosLas labores de inteligencia que llevaron a la desarticulación de los cabecillas de esta organización duró ocho meses. Serrano destacó el trabajo de la Policía Nacional y la colaboración de la Judicatura y Fiscalía.
En el operativo participaron no menos de 300 agentes que realizaron alrededor de 17 allanamientos. Varias armas fueron decomisadas, así como celulares. El expolicía detenido se tragó el chip de su teléfono móvil para entorpecer el trabajo de la autoridades.
El funcionario también reveló que los cabecillas de esta banda son los que planificaron la fuga de los 18 reos de la cárcel de máxima seguridad conocida «La Roca».
Finalmente Serrano advirtió: «Si desarticulamos esta banda hoy, todos los delincuentes deben saber que más pronto que tarde estarán rindiendo cuentas a la justicia».