«Nada detendrá la construcción de la avenida Casuarina, ni la negativa del alcalde Nebot, ni ningún municipal entrará a paralizar la obra”, advierte Balerio Estacio Valencia, dirigente de varias cooperativas cercanas a la vía Perimetral, quien ya sostiene sendas reuniones con líderes barriales para hacer frente a cualquier pretensión del Ayuntamiento.
Ayer, en un encuentro de vecinos, decidieron unánimemente cerrar por completo la vía Perimetral, a la altura de El Fortín, en caso de que el burgomaestre quiera por la fuerza detener los trabajos que ejecuta el Ministerio de Obras Públicas.
Luego de 22 años de haberse asentado decenas de cooperativas en El Fortín (km 23,5 de la vía Perimetral), el Gobierno, dentro de sus competencias, inicia la construcción de la Av. Casuarina en un tramo de 16 km que comprende la cooperativa Balerio Estacio-Monte Sinaí, el noroeste de la ciudad.
En el sector habitan 300 mil personas, aproximadamente.
En esta semana ya ingresó maquinaria al sector, mientras ingenieros hacen las mediciones que demanda la obra.
Sin embargo, el alcalde Jaime Nebot niega el permiso municipal correspondiente para iniciar los trabajos, con dos justificaciones: evitar el daño ambiental en la zona de los cerros que hay detrás de Monte Sinaí, que corresponde a la reserva Cerro Blanco; y evitar nuevos asentamientos en estos sectores, una vez que se levante una vía de esta naturaleza.
“Este Alcalde quiere que vivamos en la peor miseria. No conoce la cantidad de polvo que levantan los carros en verano y también desconoce el lodo que hay en invierno en la Casuarina. Es una persona no grata y será muy mal recibida aquí en Monte Sinaí”, afirma Lorena Mena Sánchez, moradora del sector.
Similar criterio comparte Luis Romero, residente de Trinidad de Dios, quien afirma no saber qué es peor: si las gripes que provoca el polvo constante que levantan los carros, o la nube de mosquitos que hay en invierno por los grandes charcos de agua estancada que a lo largo de la vía de cascajo.
Balerio Estacio Valencia, por su parte, aclara que Cerro Blanco es un área protegida que tiene sus límites claramente establecidos y que a esos sitios nunca podrá llegar ningún tipo de asentamiento, por lo que “las trabas de la Alcaldía no tienen sentido”.