El comandante en jefe del Ejército egipcio, Al Sisi, anunció este miércoles, que Mohamed Morsi fue informado que ya no era mandatario del país árabe.
El líder de las fuerzas armadas anunció varias medidas que se pondrán en marcha para acabar con el conflicto social en ese país. Se anunció que se suspende la Constitución vigente y que el presidente de la Corte Constitucional será el nuevo mandatario interino.
De la misma manera se prometió convocar a nuevas elecciones y se establecerá un código de ética para los medios de comunicación.
«Las Fuerzas Armadas han luchado en los últimos meses por la reconciliación nacional y hemos sentido que el pueblo egipcio ha pedido nuestra ayuda», declaró el militar. «El Ejército se mantendrá ajeno a la política», añadió.
Por su parte, el depuesto presidente, Mohamed Morsi, dijo que las medidas anunciadas por el jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fatah al Sisi, son un «golpe» y que él continúa siendo el presidente de Egipto.
Mursi pidió además a los altos mandos militares y a los soldados que cumplan con la Constitución y la ley y no respondan al «golpe» (de Estado). Asimismo, les reclama «preservar el pacifismo, el servicio y evitar el derramamiento de sangre egipcia».
En su página de Facebook, el islamista indicó que «todos afrontarán su responsabilidad ante Dios, el pueblo y la historia», después de que las Fuerzas Armadas lo sustituyeran como presidente por el jefe del Tribunal Constitucional.
En un discurso televisado a la nación, el jefe del Ejército, mariscal Abdel Fatah al Sisi, anunció que se ha decretado la suspensión temporal de la Constitución egipcia. El presidente de la Corte Constitucional administrará la etapa interina y convocará elecciones presidenciales anticipadas, dentro de la hoja de ruta acordada por el Ejército con las fuerzas del país.
El presidente tendrá todo el poder para hacer declaraciones constitucionales y para designar a un jefe de Gobierno con prerrogativas, dijo Al Sisi. Además, se formará un comité de expertos para enmendar la Constitución, según el plan trazado por Al Sisi, que estaba rodeado por líderes políticos además del jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed Tayeb, y el papa copto, Teodoro II.