La renegociación de los contratos que mantenía el Estado ecuatoriano con las empresas petroleras produjo al país 1.287’813.989 de dólares adicionales.
En 2011 se firmaron los nuevos contratos por mandato de las reformas a Ley de Hidrocarburos. Se pasó del modelo de participación a la de prestación de servicios.
Según un cuadro entregado a este diario por la Presidencia de la República, los ingresos extras se desglosan de la siguiente forma: Gracias a la extracción de 2’801.010 barriles de petróleo más de lo previsto, el país obtuvo 177’908.772 dólares.
La renegociación de los contratos permitió que la tarifa que las petroleras cobran al Estado baje de un promedio de 40,18 a 33,47 dólares. Eso originó 349’048.354 dólares.
El presupuesto general del Estado calculó el precio del barril de petróleo en 73 dólares, pero esa cantidad, en promedio, fue de 97 dólares. Ese aumento ocasionó el ingreso de 760’856.863 dólares a las arcas fiscales.
El Gobierno, a través de sus distintos voceros, ha aclarado que el cambio de modelo de contratos, de participación a prestación de servicios, devuelve al país la soberanía sobre sus recursos naturales.
De hecho, el presidente Rafael Correa aseguró que el país ya no obedece a las empresas transnacionales o a pequeños intereses de grupos foráneos, sino a los intereses de las grandes mayorías. “El petróleo ya es de todos los ecuatorianos”, enfatizó el gobernante.
Con estos fondos, ha indicado el Primer Mandatario, se construirán escuelas, hospitales y carreteras; inversión pública en general.
Como parte del proceso de renegociación se firmaron 14 nuevos contratos y 9 se dieron por terminado.
En el caso de las empresas que dejaron el país, los campos volvieron a manos del Estado y están siendo explotados por las empresas públicas Petroecuador y Petroamazonas.
Para algunos campos marginales ya se preparan nuevas licitaciones. Las petroleras están obligadas a invertir por los nuevos contratos.