Ayer empezó en el colegio Benalcázar, de Quito, la verificación de las firmas de respaldo de los 11 partidos y movimientos que fueron ya inscritos en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Para ello se escogerá el 10% de las rúbricas presentadas.
El proceso se realiza bajo la atenta mirada de los delegados de las agrupaciones políticas. El riesgo en este muestreo estaría para organizaciones políticas como Concertación, liderada por Juan Carlos Solines, que presentó 157.984 firmas para su inscripción, es decir, 37 firmas adicionales a las 157.947 rúbricas (1,5% del padrón) necesarias.
En similar situación estarían Pachakutik, que entregó 160.153 firmas de apoyo y Avanza que presentó 166.030 en total. (ver infografía)
La consejera Nubia Villacís explicó que el muestreo se realizará con base al orden de aprobación de las organizaciones políticas. MPD, Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) y PAIS fueron las tres organizaciones que se inscribieron primero.
Con apoyo del Ministerio de Relaciones Laborales, el CNE contrató a 450 personas (300 digitadores y 150 verificadores), además de ocho grafólogos que no están afiliados a ninguna tienda política, para garantizar la independencia.
Ellos se encargarán hasta mañana de evaluar las rúbricas de las organizaciones políticas. El proceso se realiza en el colegio Benalcázar, en el norte de Quito, donde se instalaron 150 computadoras, además de seis pantallas de televisión. Se adecuó un espacio para que los representantes de las organizaciones puedan participar del proceso como veedores.
Hasta el cierre de esta edición, se habían revisado 7.000 firmas del MPD. Luis Villacís, presidente de ese grupo, Ximena Ponce, miembro de la dirección de PAIS, y Juan Carlos Solines, coordinador de Concertación, fueron algunos de los dirigentes de las organizaciones que llegaron al lugar. A ellos se les pidió que registren su nómina de veedores. El proceso se realizó con normalidad.
El vicepresidente del CNE, Paúl Salazar, considera que si las organizaciones no envían veedores “sería una lástima”, pero que el proceso contará con vigilancia como son Participación Ciudadana, Flacso, Centro de Asesoría y Promoción Electoral (Capel), entre otras.
“Más que sanciones, es un tema de legitimación, estamos manteniendo una auditoría informática prolija, fuerte, que determine las responsabilidades administrativas de funcionarios, de personas o grupos de personas que están asesorando a las organizaciones en procura de obtener las firmas, pero sin embargo se encargaron de falsificar las rúbricas y eso es un delito de fe pública”, señaló Salazar.
El CNE tiene una meta: una firma por minuto. El vicepresidente del organismo aclaró que el muestreo de las 11 organizaciones sí se cumplirá en el tiempo establecido de tres días. “El muestreo del 10% de firmas válidas de las organizaciones que ya están aprobadas, aproximadamente es de 280.000 firmas”, recalcó.
Denuncias en la Fiscalía
El fiscal Galo Chiriboga señaló que se han receptado aproximadamente 1.500 denuncias de firmas falsas en todo el país. De ellas, fueron presentadas 690 en Guayas, 315 en Pichincha, 150 en Manabí, 80 en Loja, 45 en Santa Elena, 25 en Esmeraldas, 24 en Imbabura, 4 en Pastaza, 3 en Morona Santiago.
Chiriboga dispuso que haya fiscales en todas las provincias para que atiendan este asunto. Precisó que el proceso de verificación de firmas para la Fiscalía es un acto judicial ordenado dentro de la indagación previa que realiza la entidad sobre la base de la denuncia presentada el jueves pasado por Domingo Paredes, presidente del CNE.
Diez peritos de la Fiscalía verificarán físicamente la veracidad o falsedad de las rúbricas. Chiriboga explicó que en el delito hubo dos clases de víctimas: “el ciudadano, cuya firma fue utilizada sin su consentimiento y el Estado (Función Electoral), al que se le quiso engañar presentando información falsa”.
Y es que más ciudadanos llegaron ayer a las oficinas del CNE para pedir que sus nombres sean borrados del registro de adherentes. El mismo escenario se vivió en la Fiscalía, donde los ciudadanos se quejaron de la lentitud del proceso, el cual demora alrededor de una hora.
Carlos Echeverría, experto en grafología, fue el encargado de dar las directrices a los 450 jóvenes contratados y capacitados por el CNE para revisar la autenticidad de las firmas. Aclaró que la misión es realizar un trabajo de análisis, no solo de las firmas, sino de todos los documentos entregados.