Más de 50.000 monaguillos provenientes de 17 países europeos, entre ellos numerosos alemanes, asistieron este miércoles en la plaza de San Pedro en el Vaticano a la audiencia general del papa Benedicto XVI.
A los jóvenes, cuya edad oscila entre 14 y 25 años, el Papa invitó a comunicar “la fe con alegría y entusiasmo, sin temor ” , dijo.
“Custodien celosamente en su corazón la amistad con Jesús. Cada vez que se acercan al altar ustedes tienen la fortuna de asistir al gran gesto del amor de Dios que se sigue donando para estar cerca de nosotros ayudándonos y dándonos la fuerza”, aseguró el pontífice.
El Papa llegó a bordo de un helicóptero desde Castelgandolfo, a las afueras de Roma, donde transcurre una temporada de vacaciones, para saludar especialmente a los jóvenes católicos, en un momento delicado tras los numerosos escándalos por los abusos de menores cometidos por sacerdotes en varios países de Europa, Estados Unidos y América Latina.
Para Peter Hahnen, vicepresidente de Coetus Internationalis Minstrantium (CIM), la asociación internacional que agrupa a los monaguillos, se trató de un “ evento festivo ” para promover el servicio al altar de chicos y chicas.
“En un momento doloroso para la Iglesia universal tras los escándalos de pederastia, con esta fiesta se quiere demostrar la vitalidad de la presencia de los jóvenes en la Iglesia. Con esta fiesta no se eluden los problemas y las preocupaciones y los esfuerzos por mejorar la vigilancia”, afirmó a Radio Vaticano.