El Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC) dio a conocer este lunes un estudio que revela que el 60,6 % de las mujeres ecuatorianas sufre algún tipo de violencia.
Byron Villacís, titular de ese organismo, explicó que del 15 de noviembre al 15 de diciembre de 2011 se encuestaron a un total de 18.000 mujeres de las 24 provincias del país.
Como resultado, la encuesta arrojó que un 54 % de las mujeres sufre violencia psicológica, el 38 % física, el 35,3 % patrimonial (transformación, sustracción, retención o destrucción de objetos personales) y el 25 % de tipo sexual.
Villacís apuntó que el estudio «desmitifica» la idea que la violencia contra la mujer se da sólo en hogares marginales, pues esa situación está generalizada en el país, tanto en zonas urbanas y rurales, así como en todos los estratos sociales, económicos y sin diferir del nivel de estudios.
Así, en una división de cinco estratos según los ingresos del hogar, en el más pobre la violencia hacia la mujer es del 59,4 %, mientras que en el más rico es del 55,6 % y en los tres estratos intermedios se mueve entre el 62 % y el 63 %.
Según el informe, las indígenas, con un 67,8 %, son las mujeres que sufren más violencia; seguidas por las afroecuatorianas, el 66,7 %; las blancas, un 59,7 %; las montubias, 59,1 %; y las mestizas con un 59 %.
En otro dato, la provincia costera de Santa Elena, con un 47 %, es donde hay menos violencia hacia la mujer, mientras que en las serranas de Tungurahua y Pichincha, así como en la amazónica Morona Santiago, asciende hasta un 70 %.
Por estado civil, el 85,4 % de las mujeres divorciadas son víctimas de algún tipo de violencia, frente el 78,9 % de las separadas, el 62 % de las viudas, el 61 % de las casadas y el 47 % de las solteras.
Aunque en la mayoría de los casos las agresiones contra la mujer vienen de sus propias parejas, aún así el 54,9 % no piensan ni quieren separarse de sus agresores, el 23 % se separaron un tiempo, pero regresaron, el 11 % si piensan en separarse, pero siguen con su pareja, mientras que el 9,7 % piensa separarse, pero no pueden hacerlo.
Falconí recordó que el Estado ha trabajado en los últimos cuatro años para erradicar la violencia contra las mujeres y que seguirá «profundizando» esa labor. En ese sentido resaltó que son importantes los «esfuerzos en la educación para contrarrestar este problema que está en todos los niveles».