El Concejo Municipal resolvió ayer, en sesión extraordinaria, autorizar al alcalde Jaime Nebot para que firme la resciliación (extinción de obligaciones) de cesión de derechos sobre el monumento del expresidente León Febres Cordero (LFC).
Esta figura legal significa que una o varias partes interesadas, dejan sin efecto las resoluciones adoptadas en un acto jurídico. En este caso, la desaduanización de la escultura que reposa en un contenedor del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae).
Nebot solicitó que se precise en el documento que Antonio Arregui, arzobispo de Guayaquil, pidió la resciliación en vista de que retirar el monumento representaría lo contrario a la intención de rendir homenaje a LFC. «(La escultura) no puede comprometer a la ciudad a aceptar una sentencia de marras a la que estamos resistiendo… No podemos aceptar una sentencia que mancilla la memoria de León».
El burgomaestre se refirió a la sentencia de la Segunda Sala de lo Civil, que prohibió el ingreso del monumento de 1.700 kilos y su colocación en la zona de El Fortín, en Las Peñas, en 2012.
Con el voto unánime de 12 ediles presentes -más el voto a favor de Nebot-, el Cabildo oficializó su postura de no desaduanizar la escultura de bronce, que costó aproximadamente $ 300 mil.
La sesión, que duró alrededor de 20 minutos, se desarrolló en medio de una amplia asistencia de simpatizantes y partidarios del Alcalde que, incluso, coparon el ingreso al Salón de la Ciudad.
El Senae declaró en abandono la escultura y ello implica que podrá, en los posterior, ser subastada o destruida.
El grupo ciudadano que impulsó la colocación del monumento a LFC estuvo encabezado por monseñor Antonio Arregui e integrado por Jacinto Velázquez, Oscar Orrantia, Lily de Arenas, Xavier Benedetti, Francisco Rosales, Juan Manrique, Edgardo Báez, José Salazar, Werner Moeller y Andrés Gómez Santos.
