Las autoridades mexicanas capturaron a cinco personas que confesaron estar vinculadas al incendio que causó la muerte de 52 personas en un casino de Monterrey la semana pasada, y revelaron que el móvil fue una extorsión a los propietarios, informaron hoy fuentes oficiales.
Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León, estado norteño del que Monterrey es capital, señaló hoy en declaraciones al canal Televisa que las autoridades han detenido ya a cinco delincuentes «confesos», algunos de los cuales incluso aparecen en las imágenes captadas por una cámara de seguridad del lugar.
De momento se desconoce a qué organización criminal pertenecen los sospechosos, aseveró.
Medina manifestó que la investigación para dar con el grupo de criminales que prendió fuego el pasado jueves al Casino Royale a plena luz del día está en una «etapa crucial».
«Puedo adelantar, sin dar mayor detalle, para no entorpecer lo que estamos llevando a cabo en este momento, que ya tenemos a cinco personas detenidas que participaron en diferentes hechos dentro de lo que ocurrió en el Casino Royale, todas confesas», indicó.
El gobernador, que se encontraba en la sede de la fiscalía local, aseguró que en este momento se lleva a cabo un operativo «importante para dar con el paradero de otras dos personas que han surgido de la indagatoria», e hizo hincapié en que el caso no quedará impune.
Las autoridades han revisado los vídeos de seguridad del casino con los delincuentes detenidos, y éstos han detallado «la participación de otras personas y presuntamente de otros vehículos» que los investigadores no tenían registrados, así como de algunos individuos que sirvieron como «halcones» (informantes para el crimen organizado).
Los sospechosos también han dado a los investigadores información sobre un «acuerdo de cobros y extorsiones» al que presuntamente era sometido el casino.
«De entrada lo que algunos de ellos (los delincuentes detenidos) manifiestan es precisamente alguna presión o extorsión que pudiera llevarse a cabo directamente contra los propietarios o los operadores del casino para recibir alguna cantidad de dinero», dijo.
A juicio de Medina, uno de los problemas «de fondo» es que en el estado operan casinos «únicamente con un permiso federal que no tiene visto bueno de los municipios».
«Hay un desorden en la proliferación» de ese tipo de establecimientos «que se prestan en ocasiones para actividades delictivas» o «son sujetos de extorsión», dijo el gobernador.