Las autoridades mexicanas se anotaron un triunfo al anunciar la muerte de Ignacio 'Nacho' Coronel, 56 años, uno de los capos del poderoso cártel de Sinaloa, pero la violencia de los últimos tiempos obligó este viernes a Estados Unidos a cerrar un consulado, por razones de seguridad.
La secretaría de Defensa confirmó que anoche Coronel murió el enfrentarse a los militares que cercaron las dos viviendas en que se escondía en Guadalajara (oeste), segunda ciudad mexicana, en un operativo que, según testigos, fue apoyado por helicópteros.
Desde allí, Coronel manejaba una vasta red de operaciones de tráfico de cocaína y metanfetaminas a través de las costas del Pacífico, que lo convertían en uno de los tres hombres más fuertes del cártel de Sinaloa, junto con Joaquín 'El Chapo' Guzmán e Israel 'El Mayo' Zambada.
Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por la captura de Coronel.
La muerte del capo no apunta a amainar las críticas que la oposición e incluso sectores de su partido le formulan al presidente Felipe Calderón por su estrategia de guerra a los cárteles de la droga, contra los cuales ha desplegado 50.000 militares. Para la oposición, esta estrategia sólo ha contribuido a exacerbar la violencia del narcotráfico, que durante su gobierno ha provocado casi 25.000 muertos, según el balance oficial más reciente.
De hecho, la embajada de Estados Unidos en México informó d eque su consulado en Ciudad Juárez (norte), permanecerá cerrado desde este viernes de manera indefinida para una «revisión de seguridad». «Las instalaciones en Ciudad Juárez estarán cerradas desde mañana viernes 30 de julio y permanecerán cerradas hasta que la revisión de seguridad se haya completado y se tome una postura oficial sobre este tema», señaló la embajada en un comunicado.