El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, rindió este miércoles su versión, ante el Fiscal de Pichincha, Fabián Salazar, quien abrió una indagación por las supuestas violaciones a los derechos humanos ocurridos entre 1984-1988, investigados por la Comisión de la Verdad.
Salazar se trasladó desde Quito hasta las oficinas de la Fiscalía en Guayaquil, para receptar la declaración del burgomaestre, sobre la muerte de Víctor Alvarado Morales, ocurrida el 5 de Julio de 1988, durante unas protestas universitarias en Guayaquil.
La Comisión de la Verdad calificó la muerte de Alvarado Morales como una ejecución extrajudicial en donde se detectaron indicios de violaciones a los derechos humanos.
«Es un delito de lesa humanidad y el artículo 80 dice que no prescribe y los elementos internacionales también que contemplaban desde ese entonces tienen que ser considerados a su debido tiempo», comentó Salazar.
Nebot no quiso dar declaraciones a la prensa, pero entregó una copia escrita de su versión en la que niega relación con el suceso.
«No tengo ninguna responsabilidad en el hecho que se investiga, además, no tuve conocimiento del mismo sino después de que ocurrió por las publicaciones en la prensa y por la información difundida por la jefatura del Comando de la Policía», indica el documento.
Esta es una de las 90 indagaciones previas abiertas al momento, que investiga la unidad especializada de la Comisión de la Verdad.