Durante el acto de inauguración de la exposición de colibríes en el Malecón Simón Bolívar, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, criticó a los que “odian la ciudad, que no construyen sino que destruyen” y quienes encubren su regionalismo.
Durante el acto de inauguración de la exposición de colibríes en el Malecón Simón Bolívar, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, criticó a los que “odian la ciudad, que no construyen sino que destruyen” y quienes encubren su regionalismo.
Mientras enumeraba los logros culturales del Municipio, dijo que “ojalá este sea el tipo de pájaro que le guste al director de Patrimonio Cultural”. El burgomaestre se refería a Esteban Delgado, quien el jueves presentó una denuncia ante la Fiscalía contra Nebot por la colocación del monumento al ex presidente León Febres Cordero en la planchada de Las Peñas. Delgado considera que la acción dañó el patrimonio cultural del país.
Tras el comentario burlón, Nebot retomó el tema del polémico obelisco. Criticó que funcionarios del Gobierno intenten encarcelarlo y destituirlo del cargo.
Contó los logros de su gestión en cuanto a zonas regeneradas por medio de obras de arte, donde quien “ha hecho todo” es el Municipio guayaquileño. “Aquí no hay otro pirata intelectual que no sea el director de Patrimonio Cultural”, aclaró el Alcalde.
Previamente Nebot participó en una cadena radial, donde también criticó la denuncia interpuesta por Delgado. Ante los micrófonos se preguntó: ¿Qué busca el Gobierno con la infundada e infame denuncia presentada por Patrimonio Cultural? ¿Cuál es el supuesto delito que hemos cometido?
También recordó la intervención que realizó el Municipio en el cerro Santa Ana, el barrio Las Peñas y dijo que el Gobierno nunca antes aportó en ese lugar.
El burgomaestre explicó que el sitio donde se instaló el monumento no es parte de la declaratoria de Patrimonio Cultural de 1982, pues el acuerdo dictado ese año, en cuanto al área pertinente, se refiere exclusivamente a la calle Numa Pompilio, del barrio Las Peñas, sector aledaño integrado por la Plaza Colón con su entorno y no a la parte de abajo, donde está el obelisco.