Las advertencias del Gobierno de Colombia a las FARC tras las últimas acciones ofensivas de la guerrilla marcaron ayer el reinicio de los diálogos de paz en La Habana, que continúan centrados en el tema de la participación política de la insurgencia cuando finalice el conflicto.
En el arranque de la duodécima ronda de las conversaciones, el jefe de los negociadores gubernamentales, Humberto de la Calle, dijo ante los medios que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) deberán responder por lo ocurrido en el conflicto.
La advertencia se produce después de que el pasado 20 de julio, aniversario del Día de la Independencia colombiana, las FARC mataran en combates a 19 soldados en diversos puntos del país. «Recordamos con admiración y respeto a nuestros militares y policías por su sacrificio en beneficio de Colombia. A los familiares, nuestra voz de aliento y solidaridad. La guerrilla deberá responder por todo lo ocurrido en medio del conflicto», dijo De la Calle.
Tras admitir que muchos colombianos no entienden que se esté dialogando cuando continúan los ataques por parte de los grupos en armas, el delegado del presidente Juan Manuel Santos reafirmó que no se pactará un cese al fuego hasta alcanzar un acuerdo definitivo de paz.
Sostuvo que el Gobierno y la fuerza pública continúan cumpliendo con su deber y responsabilidad constitucional en todo el territorio nacional en defensa de los colombianos, de nuestra democracia y del patrimonio de la nación.
De la Calle también aprovechó para recordar que las conversaciones de La Habana tienen como objetivo pactar el fin del conflicto y, además, que este no es un proceso para que las FARC hagan política. «Si pactamos un acuerdo final, podrán hacer política, sin armas, en democracia, una vez que se hayan desmovilizado», indicó.
Sobre el debate de la participación política, De la Calle lanzó otro mensaje a la guerrilla para reclamar que también corresponde a las FARC, y no solo al Estado, brindar garantías para este fin.
Las FARC estrenaron este ciclo del diálogo con una declaración donde volvieron a retomar el tema de la tierra. Los negociadores de Santos, por su parte, acudieron con la esperanza de avanzar de forma expedita en la construcción de acuerdos para poner fin al conflicto.