El avión desaparecido de las aerolíneas de Malasia pudo haber volado cuatro horas tras su último contacto con la torre de control, cuando el radar dejó de detectarlo sobre las aguas entre Malasia y Vietnam poco después de haber despegado de Kuala Lumpur hacia Pekín. Tal y como publica 'The Wall Street Journal', así lo sospechan los investigadores estadounidenses encargados del caso, que se basan en los datos enviados automáticamente por los motores del avión, un Boeing 777-200ER, a un centro de gestión y mantenimiento de Rolls Royce, su fabricante. De forma rutinaria, dichos motores informan a tierra sobre la altitud y la velocidad de crucero para que los técnicos analicen su funcionamiento.
Según explicaron al citado diario dos personas relacionadas con la investigación, dichos datos sugieren que el aparato voló un total de cinco horas, lo que significa que siguió en el aire cuatro horas después de su última comunicación. Esta nueva revelación abre otras desconcertantes posibilidades, como el que avión hubiera sido secuestrado por alguien que luego habría apagado sus sistemas de comunicaciones para no ser detectado por los radares.
En caso de confirmarse, significaría también que el aparato habría podido recorrer hasta 2.200 millas náuticas, acercándose a la frontera con Pakistán o incluso al Mar Arábigo, muy lejos de donde se ha concentrado la búsqueda. Ante la sospecha de que el avión se hubiera girado en pleno vuelo sin avisar, como es preceptivo, el rastreo se ha ampliado a la costa occidental de Malasia e incluso al sur de Talanida, justo al extremo opuesto del Mar de China Meridional donde se perdió el contacto.
Sin embargo, el ministro de Transportes de Malasia, Hishamuddin Hussein, negó este jueves que la información de 'The Wall Street Journal' fuera cierta. De igual modo, descartó el hallazgo de restos del avión donde había apuntado un satélite chino, que había localizado tres grandes objetos flotando sobre el agua cerca de la ruta del avión.
A tenor de la Prensa malasia, la Policía ha registrado además las casas de ambos pilotos. Vuelve a sonar, por tanto, la teoría de un secuestro aéreo o un atentado, que había perdido fuerza tras descubrirse que los dos pasajeros iraníes que volaban con pasaportes robados eran, seguramente, inmigrantes ilegales que habían elegido dicho vuelo porque era el más barato. Un misterio más a la larga lista de enigmas que arrastra ya el vuelo MH 370 de Malaysia Airlines.
Foto: Vista general de los aviones de Malaysia Arilines en el aeropuerto de Kuala Lumpur. EFE