Las autoridades que coordinan el rescate de las víctimas del derrumbe de tierra, lodo y piedras que sepultó el lunes a unas 30 personas en el noroeste de Colombia, admitieron este miércoles que no hay sobrevivientes.
«Es oficial. No hay supervivientes», dijo John Freddy Rendón, director del Departamento Administrativo de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard) del departamento de Antioquia (noroeste), donde se produjo la tragedia.
Por ahora no se ha podido rescatar «ningún cuerpo», indicó Rendón al detallar que está siendo «dificultoso» remover la gran cantidad de tierra y escombros que sepultaron a la gente, y que, además, «ha caído demasiada lluvia» en el lugar, lo que complica aún más las tareas.
El derrumbe, provocado por las fuertes lluvias en la zona, se produjo el lunes cerca del municipio de Giraldo, en la carretera que comunica la capital de Antioquia, Medellín, con el mar Caribe.
Cuando ocurrió el alud, las viviendas de la zona ya habían sido desalojadas, pero decenas de personas se encontraban en la carretera haciendo un transbordo entre dos autobuses, a pesar de que se habían producido otros derrumbes en días anteriores y las autoridades habían prohibido el paso por la zona.
Gracias a información facilitada por familiares, las autoridades han podido identificar a 10 personas, todas ellas de la zona de Urabá, que «con certeza» están sepultadas, sostuvo el director del Dapard.