La Fundación Equilibrio Azul dio a conocer sobre el reciente hallazgo de cinco nuevas tortugas Carey que han anidado en el Parque Nacional Machalilla, en la provincia de Manabí, Ruta del Spondylus de Ecuador, único país de Sudamérica donde esta especie pone sus huevos. Felipe Vallejo, portavoz de la Fundación, dijo que la aparición de los ejemplares de esta especie en peligro de extinción no registrados previamente «es una buena señal», a su juicio, podría ser un síntoma del incremento de este animal en Ecuador, pero agregó que no se puede corroborar hasta que termine la temporada de anidación, que se extiende de noviembre a marzo.
Vallejo explicó que hasta hace poco se desconocía que las tortugas Carey anidaran en Sudamérica, pues sólo se tenía constancia de que pusieran huevos en Centroamérica. Sin embargo, en varios estudios realizados conjuntamente por el ministerio de Ambiente, diferentes Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y el Parque Nacional de Machalilla se descubrió que este animal también anidaba en Ecuador.
Precisamente, en 2007 se empezaron a hacer estudios para detectar qué tortugas llegaban al país sudamericano, el primer paso fue preguntar a los habitantes de las zonas costeras sobre las tortugas que anidaban en Ecuador, entonces los científicos se dieron cuenta de que posiblemente en el país estaban poniendo huevos las tortugas carey, algo que hasta entonces se desconocía.
Seguidamente se patrullaron las playas con mayor anidación de tortugas y se descubrió que había presencia de la Carey, desde entonces se empezó a monitorear y a registrar esta especie y sus nidos, explica el ambientalista Vallejo, que integra Equilibrio Azul, una organización ecuatoriana, sin fines de lucro, que nace ante la urgente necesidad de obtener información para conservar los ecosistemas y recursos marinos del Ecuador, de manera participativa con sus principales usuarios y entidades gubernamentales.
Las acciones de seguimiento y protección de la tortuga Carey en todo el mundo, se cumplen por cuanto es una especie que está en peligro de extinción, porque ha sido capturada para aprovechar su carne, su piel y su caparazón, que se utiliza para la elaboración de peinetas, joyas y armazones de lentes.