El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, volvió a insistir este miércoles en la necesidad de subir los impuestos a los ricos, para que paguen al menos la misma tasa impositiva que el ciudadano medio, como una cuestión de «justicia» para garantizar el crecimiento económico.
La «regla Buffett», como se conoce a la propuesta de Obama para aumentar los impuestos a los millonarios, «nos lleva en la buena dirección, hacia más justicia y más crecimiento», remarcó el presidente durante una comparecencia en la Casa Blanca.
El mandatario reiteró su petición al Congreso para que apruebe la «regla Buffett», uno de los emblemas de su campaña en favor de la clase media con miras a conseguir la reelección en noviembre.
Obama recordó un discurso de Ronald Reagan en el que este presidente republicano abogaba por algo muy parecido a lo que él propugna ahora, por lo que ofreció bautizar la iniciativa como «regla Reagan».
La propuesta consiste en subir los impuestos a las rentas superiores al millón de dólares anual hasta el 30 % y ha adoptado el nombre del multimillonario inversor Warren Buffett, quien ha afirmado públicamente que es injusto que su secretaria pague una tasa impositiva más alta que él.
La «regla Buffett» será votada el próximo lunes en el Senado, controlado por los demócratas, pero no tiene posibilidades de ser aprobada en la Cámara de Representantes, donde son mayoría los republicanos, que se oponen rotundamente a subir los impuestos a las grandes fortunas.
«Ya hemos hablado de la elección fundamental que enfrentamos como país» para establecer «una economía que valore el trabajo duro y la responsabilidad», en la que «todos jueguen bajo las mismas reglas», repitió hoy Obama.
Los demócratas apuestan por la «regla Buffett» como una de las medidas para reducir el abultado déficit público y por aumentar las inversiones en educación, investigación y salud.
Por contra, los republicanos, entre ellos el candidato presidencial Mitt Romney y probable rival de Obama en noviembre, proponen un recorte del gasto público y de programas y ayudas gubernamentales como alternativa para reducir el déficit.